Después de 32 años de ausencia, la legendaria Orquesta de la Luz regresó a Panamá con una presentación que desbordó sabor, nostalgia y conexión cultural. La agrupación japonesa, con 41 años de trayectoria artística, ofreció un espectáculo inolvidable donde su carismática vocalista, Nora Suzuki, de 63 años, brilló con energía y gracia sobre el escenario de Vive la Salsa el Festival 2025, celebrado en el Centro de Convenciones Amador el sábado 5 de abril.
Desde su llegada, Nora expresó su entusiasmo por volver a tierras panameñas, revelando que el viaje desde Japón le tomó aproximadamente 20 horas. El largo trayecto no mermó el entusiasmo de la orquesta. “Daisuki Panamá!” (¡Me encanta Panamá!), exclamaba la artista, mientras enseñaba al público dos palabras japonesas: “arigato” (gracias) y “daisuki” (me encanta). Y, como si fuera una panameña más, Nora lanzó un alegre “¡Qué xopá, Panamá!” que despertó ovaciones y reforzó el lazo con el público panameño.
Desde los primeros acordes y con éxitos de su propio repertorio como Salsa Caliente del Japón, Él me ama, yo le amo y Sin Fronteras, la Orquesta de la Luz encendió al público asistente del festival. La noche también incluyó un emotivo tributo a Celia Cruz, con temas como Carnaval y Bemba colorá, y una aplaudida interpretación de La Murga de Panamá.
El regreso de la orquesta fue un verdadero viaje en el tiempo y una celebración del poder universal de la música. El festival también celebró el talento femenino panameño con la participación de Yamilka Pitre, ganadora del concurso Vive La Música 2009, quien deslumbró con su potente voz. A ella se sumó Laura Gabriela Ruiz, hija del reconocido salsero cubano Rey Ruiz, quien presentó su primer sencillo 90 minutos. Fue su actuación como solista tras años de experiencia como corista de su papá.