Con la temporada de vacaciones y ferias, distintas zonas del país reciben parques de atracciones mecánicas que pueden disfrutar tanto grandes como chicos. A algunos les encanta la adrenalina de volar por los aires en el barco pirata, de quedar de cabeza en la montaña rusa o dar un paseo más tranquilo en el carrusel.

Sin embargo, hay algo que a muchos nos detiene de subirnos a cualquiera de estos juegos: el mareo. Esa sensación de malestar que podemos sentir luego de un par de vueltas en el aire.

Hace poco me escribió una amiga para avisarme que el PlayLand Park había llegado a la ciudad y que sí o sí teníamos que ir; yo estuve de acuerdo, pero no pude evitar que llegaran a mi mente los recuerdos de lo que me sucedió el año pasado.

Rondaba febrero de 2024 cuando esa misma amiga organizó el plan de ir a la feria. Yo estaba emocionada, pues los juegos se veían divertidos, pero, conociéndome y sabiendo que suelo marearme con facilidad, quise comprar una pastilla para evitar eso.

Se me olvidó la pastilla, así que otra amiga tuvo que pasar a comprarla antes de entrar. Me la tomé dos minutos antes de subirme al barco pirata, con un poco de nervios, pues la última vez que me había subido sentí mareos leves.

Juegos mecánicos, ¿por qué nos marean?

Disfruté de esa atracción como nunca, hasta levanté los brazos y todo. Podía jurar que la medicina que me había tomado dos minutos antes estaba siendo un éxito.

La historia tomó otro rumbo cuando decidí montarme en el “Pulpo”, o al menos así me dijo mi mamá que se llamaba ese juego. Un conjunto de sillas que giran en su propio eje y, además, giran junto a la atracción; es complicado de explicar. En resumen, giras y giras.

Juegos mecánicos, ¿por qué nos marean?

Juego mecánico Pulpo. Foto: Tomada de YouTube/ FeriasMexico Empresas Juegos Mecánicos

Cuando el juego inició, yo iba muy contenta, estaba emocionada, pero los segundos fueron pasando y mi cabeza, al igual que las sillas, comenzó a dar vueltas. Se me revolvió el estómago y, gracias al cielo, yo había tomado la decisión de no cenar antes de ir, porque de seguro todo eso lo hubiera vomitado.

La sensación era horrible, le decía a mi amigo que estaba montado conmigo que me distrajera contándome cosas, de fútbol, que a él le encanta. ¿A mí me interesa el fútbol? Pues no, pero necesitaba que me hablara. Al final, no me quedó más remedio que comenzar a gritarle al señor que manejaba el juego que, por favor, parara, pero, por supuesto, no lo hizo.

Salí casi tropezándome de esa atracción, mientras que el señor le decía a mi grupo: “Tu amiga sí grita”. Tenía hasta ganas de llorar.

Finalmente, había comprado un boleto para el gusanito, así que me monté. Después de todo, es un juego infantil al que ya me había montado y sabía que no me marearía. Error. Mi mente y estómago quedaron tan débiles por el mentado “Pulpo” que hasta el mismísimo gusanito me dejó medio revuelta.

De ahí aprendí que, aunque me guste comer pulpo, a ese pulpo no me vuelvo a montar, never again.

Entonces me puse a pensar, ¿por qué nos pasa esto? Si yo quiero subirme a los juegos y divertirme, debe haber una explicación de por qué mi cuerpo reacciona así.

Juegos mecánicos, ¿por qué nos marean?

Conversé con el doctor Roberto Bravo, otorrinolaringólogo, para comprender por qué nos ocurre este fenómeno.

“Esencialmente el balance se lleva con una integración de lo que es el sistema que está en el oído, en los ojos y hasta en las articulaciones. Todo eso manda una señal al cerebro, el cerebro interpreta y manda otra señal como una reacción” explicó.

En el caso de las montañas rusas, por ejemplo, nos comenta que vamos a una velocidad tan elevada que los sistemas del cuerpo se estimulan y el cerebro no puede procesar esta velocidad y, por lo tanto, nos mareamos. Las náuseas y vómitos se producen, ya que la respuesta del cerebro tiene conexión con el sistema digestivo.

Cuando le pregunté que podía hacer para evitar mareame (que no implicara no subirme al juego) se rio un poco, “para juegos de estos así tan radicales. No lo sé. ¿Por qué? Porque el estímulo es muy grande" afirmó.

Aunque considera que un medicamento para el mareo podría ayudar, comentó que a velocidades tan elevadas no hay medicamento que pueda inhibir la sensación por completo.

¿Tienes alguna historia de mareo en una juego mecánico?