La médico y segunda finalista del Señorita Panamá 2021, Hillary Watson, contrajo matrimonio con el médico e ingeniero Diego Cáceres el pasado 5 de abril.
En entrevista con ELLAS, Hillary contó que ella y Diego se conocieron en la universidad. “Cada uno tenía su vida aparte. Nunca nos imaginábamos que de amistad íbamos a terminar siendo esposos algún día”, comentó, añadiendo que la vida los fue juntando “poquito a poquito”.
Foto: Cortesía/Tomada por Franz Pavan
El 21 de septiembre, día de las flores amarillas, Hillary fue sorprendida con una propuesta de matrimonio, la cual incluía un anillo con una flor de diamantes. La también empresaria contó que no se imaginaba que le propondrían matrimonio, aunque era algo que llevaba tiempo esperando.
“Yo me quería ir a la playa y mis papás me dijeron que tenía una cena con unos socios, y resulta ser que era una cena sorpresa. Ahí me esperaba él con un panel de luces que decía ’Will you marry me?’ [¿Te casarías conmigo?]”.
Hillary y Diego tuvieron casi seis años de noviazgo. Ella, entre risas, relató que lo primero que pensó cuando se dio cuenta de la propuesta fue “por fin”.
Para la boda civil, que tuvo lugar el 3 de abril en el restaurante Botánica, la doctora eligió reutilizar la tela del vestido que su madre llevó en su boda religiosa. Sus padres, que estuvieron casados civilmente durante 30 años, celebraron su matrimonio religioso en enero pasado, y fue en esa ocasión cuando su madre lució el vestido, un diseño del bocatoreño Santos Jorge. El mismo diseñador lo ajustó para Hillary.
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“El vestido se desarmó todo para usar la tela con las medidas nuevas de Hillary con su toque y algunos detalles para usarlo el día de su ceremonia civil”, compartió el diseñador en sus redes sociales.
La boda religiosa, realizada en el Hotel Miramar Intercontinental, tenía una temática intercultural, por ser Hillary panameña y Diego, venezolano. Además, a la ceremonia los acompañaron familiares y amigos de Portugal, Argentina, Venezuela, Guatemala, México, República Dominicana, Estados Unidos, Ecuador, España, Alemania y China.
“Fueron 300 los invitados, pero la mayor parte de las personas estaban afuera, entonces no todos iban a poder viajar. Al final la lista terminó en 150 invitados”, explicó la modelo.
Hillary utilizó nuevamente un vestido original de Santos Jorge. “Jorge me hizo todo el diseño desde cero, el velo, todo. El traje mío era desmontable, porque yo quería que se viera como si estuviera cambiando de traje constantemente. La cola se quitaba y se ponía, el velo se quitaba y se ponía, las mangas de arriba también se quitaban y se ponían”, explicó. Además, usó un ramo de flores de lirios blancos en honor a su abuela.
Foto: Cortesía/Tomada por Franz Pavan
La boda la hicieron “en corredera” afirmó Hillary, pues ella estaba terminando su internado médico y su esposo empezaba el segundo año en Penonomé. “No nos queríamos separar, tuvimos que acelerar todo”, detalló, explicando que se mudaron a Penonomé unos días después del enlace.
“Hubo muchos contratiempos, llovió, y la ceremonia era al aire libre, pero Dios tomó el control de todo. Y salió todo maravilloso”.
La pareja buscó una ceremonia nupcial profundamente espiritual y emotiva para sus invitados. Utilizaron simbolismos bíblicos como el lavado de pies (servicio y humillación) y el brindis de los suegros (equivalente a la aceptación matrimonial). Además, los padres de ambos hicieron juramentos frente a los presentes para incluirlos en la ceremonia.
Buscando resaltar la unión de sus culturas, Hillary detalló que en la hora loca combinaron el tamborito panameño con el venezolano, mientras ambos ondeaban la bandera de su respectivo país. De igual forma, tenían carteles con las caras de sus mascotas y la cafetería que tiene la modelo junto a su familia.
Foto: Cortesía/Tomada por Franz Pavan
Foto: Cortesía/Tomada por Franz Pavan
Diego, junto a las damas de Hillary, la sorprendieron regalándole flores amarillas durante la canción Flores Amarillas de la novela argentina Floricienta.
Foto: Cortesía/Tomada por Franz Pavan
En materia de decoración, se guiaron por la temática “oro elegante”, además, en las mesas tenían caricaturas alusivas a los invitados, para que ellos pudieran guiarse. También colocaron códigos QR para que, quienes desearan, subieran las fotos que tomaron en la boda.
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Para su luna de miel, la pareja quiere buscar un país donde puedan “reencontrarse” con todos sus amigos que viajaron para la boda, pero, por el momento, sus planes “ ahorita mismo son sobrevivir el internado médico”.
