Marta Luisa de Noruega se casa este sábado en segundas nupcias con el chamán estadounidense Durek Verrett en un enlace precedido por varias controversias y en el que habrá una reducida presencia de invitados de la realeza europea.
La relación sentimental entre la hija mayor de los reyes Harald V y Sonia, de 52 años, y Verrett, tres años menor y guía espiritual de famosos, ha estado rodeada por la polémica desde sus inicios hace un lustro.
Durek Verrett es un autoproclamado chamán y autor estadounidense que ha ganado notoriedad por su relación con la princesa Marta Luisa de Noruega. Se describe a sí mismo como un “Guerrero Espiritual” y se dedica a prácticas chamánicas que, según él, ayudan a las personas a conectarse con su alma y sanar emocional y espiritualmente. Ha trabajado con una amplia gama de personas, incluyendo celebridades de Hollywood como Gwyneth Paltrow.
Durek ha sido abierto sobre su sexualidad y sus relaciones pasadas con hombres. Antes de su relación con la princesa estuvo en relaciones tanto con hombres como con mujeres, lo que él mismo ha discutido en entrevistas y a través de sus plataformas. A la revista Hola! dijo que se considera como ‘soul sexual’, un término que introduce como una forma de describir su enfoque en la sexualidad y las relaciones. Según Verrett, ser “soul sexual” implica tener una conexión profunda con el alma de otra persona, y va más allá de la atracción física o emocional.
Foto del Instagram @im_marthalouise
En su libro Spirit Hacking promueve opiniones pseudocientíficas y diversas teorías conspirativas.
Se conocieron en 2018 a través una amiga común. Según entrevistas, su conexión fue instantánea, y ambos han descrito su relación como algo predestinado. Su relación se hizo pública en mayo de 2019, cuando Marta Luisa anunció su romance en redes sociales.
Según reseña Hola!, revista que tiene los derechos para la cobertura oficial de la boda, la relación de la pareja revolucionó a la opinión pública noruega. “Ser la novia de Durek me ha dado un curso intensivo de cómo actúa la supremacía blanca y la forma en la que he pensado y actuado consciente e inconscientemente hacia las personas negras”, escribió entonces Marta Luisa.
El uso de su condición de princesa para promover una gira de charlas de la pareja provocó duras críticas en Noruega y una reprimenda de la Casa Real, que llevó a Marta Luisa a anunciar que dejaría de usar su título con fines comerciales.
Pero los supuestos poderes de Verrett, que aseguró por ejemplo haberse curado del coronavirus con un medallón especial, y la tirante relación de la princesa con los medios de su país, a los que ha acusado varias veces de mentir y de acosarla, no han disipado la controversia.
El lanzamiento de una ginebra conmemorativa del enlace, cuya venta estuvo suspendida temporalmente por violar las leyes, y la venta de la exclusiva fotográfica a una revista del corazón, además de la grabación de un documental sobre la pareja durante la boda para Netflix, tampoco han contribuido a traer la calma.
La princesa y su prometido junto con las tres hijas de su primer matrimonio.
Un sondeo reciente del periódico ‘Dagbladet’ reveló que el 54,4 % de los noruegos creen que Marta Luisa, cuarta en la línea de sucesión al trono, debería renunciar a su título de princesa.
Y en otro estudio de opinión de esta semana de la televisión pública NRK, el 36 % aseguró tener una imagen más negativa de la Casa Real, a la vez que el apoyo a la monarquía bajaba del 81 % al 68 % en los últimos años.
Los encuestados señalaban directamente a Marta Luisa -que ha protagonizado otras polémicas a lo largo de su vida, como cuando alardeó de tener poderes sobrenaturales y creó una escuela para “contactar” a ángeles-, pero también al reciente escándalo de Marius Borg Høiby, hijo de soltera de la princesa heredera Mette-Marit.
El joven de 27 años es objeto de una investigación policial tras un altercado violento con una exnovia, que él mismo ha atribuido al abuso del alcohol y la cocaína, una situación que se ha complicado por los testimonios de otras dos antiguas parejas suyas.
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Høiby no estará en la boda ya que ha viajado a Italia antes de volver a declarar la semana que viene, pero sí los reyes, los príncipes herederos y sus hijos, entre los 350 invitados de una lista que no se ha hecho pública.
Se sabe que la princesa heredera Victoria de Suecia y su hermano menor, el príncipe Carlos Felipe, acudirán al enlace, acompañados por sus respectivos cónyuges, mientras que otras casas reales como la danesa, británica o belga han confirmado que no enviarán representación.
Foto del Instagram @im_marthalouise
Los festejos comenzaron anoche con una fiesta en un hotel de Ålesund (oeste), desde cuyo muelle partieron este viernes los invitados después del mediodía en barco hasta la localidad de Geiranger, donde esta noche habrá otro festejo con la “salsa” latinoamericana como tema y, el sábado, el enlace.
Marta Luisa estuvo casada con el escritor noruego Ari Behn entre 2002 y 2017, cuando se divorciaron, y con él tuvo tres hijas: Maud, de 21 años; Leah Isadora, de 19, y Emma, de 15.
Behn se quitó la vida la Navidad de 2019 a los 47 años, una tragedia que Marta Luisa pudo superar gracias a la ayuda de Verrett, según reveló esta.
La princesa, de 52 años, es la hija primogénita de los reyes de Noruega y la cuarta en la línea de sucesión al trono debido a la regencia de la ley sálica en su país al momento de su nacimiento, la cual daba derechos a los herederos masculinos al trono sobre las mujeres.