“Cuando recibo un mensaje de esa colega me pongo de mal humor…” me decía una clienta de mentoría hace unos días. “Mi ex marido me saca de quicio…”, “Ir a esa reunión me deprimió…”, “Esa situación o persona me ponen de mal humor…”. Frases como estas son comunes, trata de prestar atención a tus pensamientos y diálogo interno y podrías encontrarte diciendo algo similar. ¿Te haz dicho alguna vez alguna de ellas?

Nadie puede hacerte sentir ninguna emoción que no elijas sentir, fue mi respuesta, sin embargo, presta atención a lo que te pasa, en qué parte de cuerpo, y qué emoción quisieras expresar. Las cosas que te pasan no determinan en verdad las emociones que sientes. Puedes no tener control consciente sobre todos los acontecimientos que afectan tu vida, pero sí tienes la capacidad de elegir cómo pensar, sentir y actuar.

No importa lo que ocurra, siempre tienes el poder de elegir las emociones que sientes. Sin quererlo, muchos de nosotros nos volvemos víctimas de nuestras emociones. Sé que puede parecer difícil pensar que puedes controlar cómo te sientes, como si sucediera tan rápido que no puedes identificarla, verla y gestionarla, permitiendo que venga una emoción reactiva.

Poco a poco es posible que te hayas vuelto víctima de tus emociones, y creas que es difícil salir de allí, puedes no creer que tienes el control de cómo te sientes. Las emociones negativas surgen tan rápidamente que puede parecer como si no hubiese tiempo de elegir una emoción diferente. Si estás por comenzar un nuevo trabajo que nunca hayas hecho, o esperando una llamada para arreglar una cita, puede ser que sientas ansiosa automáticamente. Si alguien te trata en forma agresiva, podrías sentirte ofendida automáticamente. Cuando te insultan, puede ser que en respuesta te sientas inmediatamente resentida o enojada.

Cuando te permitas a ti misma reaccionar, tu subconsciente te ofrecerá́ en contrapartida una emoción negativa para ti, basada en las emociones que has elegido bajo circunstancias similares en el pasado. Sin embargo, tus respuestas negativas pasadas no necesariamente tienen que ser como tus respuestas futuras. Puedes elegir cada vez que necesites hacerle frente o afrontar algo negativo. Elegir reaccionar como siempre has reaccionado o elegir de manera diferente. El pasado no necesariamente tiene que condicionar tu futuro.

Aprende a identificar tus emociones, y a elegir conscientemente la emoción a través de la cual vas a responder. Una tarea muy común que suelo dar, como primer paso de autoconocimiento, es la de tomar nota diariamente, de cuáles son las emociones y qué las han disparado. Por ejemplo: sentí enojo, cuando llegó mi hijo de mal humor.

La próxima vez que te encuentres a ti misma llena de una emoción negativa, detente y piensa acerca del proceso que atravesaste para llegar a ese sentimiento. Podría parecer que la emoción te eligió́ a ti, pero en verdad tú la has elegido. Ser consciente de esto es potenciador.

Hacer elecciones conscientes en vez de permitir que antiguos patrones subconscientes te conduzcan es elegir evolucionar y crecer.

!Buen fin de semana!