El arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia anglicana, Justin Welby, dijo este jueves que son “cotilleo de pueblo” las constantes conjeturas y teorías conspiranoicas sobre la salud de la princesa Kate, convaleciente de una operación abdominal a la que se sometió el 16 de enero.
“Chismorrear de esta manera está mal”, afirmó el máximo representante del anglicanismo, la religión mayoritaria en el Reino Unido, en una entrevista con Times Radio.
“Creo que estamos obsesionados por la conspiración y tenemos poco sentido de la humanidad hacia quienes quedan atrapados en el centro de la noticia”, declaró.
El clérigo adujo que “la gente debería poder estar enferma, someterse a una operación de lo que sea y hacer su vida en paz sin que nadie le exija demostrar algo cada dos días”.
Welby apuntó que internet exacerba el problema, lo que es “extremadamente insano”.
“Es el cotilleo de pueblo de toda la vida que ahora puede dar la vuelta al mundo en segundos, y debemos dar la espalda a eso”, mantuvo.
También salió este jueves en defensa de la princesa de Gales, de 42 años, el líder del Partido laborista, Keir Starmer, quien dijo que siente lástima por ella.
“Creo que deberíamos dejarla en paz. Tuvo una operación difícil y merece privacidad”, manifestó en un programa de Channel 5.
“Deberíamos dejar de entrometernos y dejarla en paz... No es una respuesta política, es una respuesta humana, como padre y como ser humano”, agregó.
Pese a que el Palacio de Kensington, la residencia oficial de los príncipes de Gales, insiste en todo momento en que Kate se recupera bien, la falta de apariciones públicas desató los rumores sobre su estado, que aumentaron cuando el 10 de marzo ella publicó en su cuenta de X una foto con sus tres hijos que admitió que había retocado.
El miércoles, el director de la clínica londinense donde fue operada dijo que se investigará si hubo un intento de acceder a su expediente mientras estuvo ingresada, tal como publicó la prensa.
Por otra parte, el pasado lunes ‘The Sun’ difundió un vídeo en que se veía a Kate y al príncipe William-heredero al trono británico- paseando tras comprar durante el fin de semana en la tienda de una granja, en la que habría sido su primera aparición ante los ciudadanos.
Algunos medios predicen ahora que ella reaparecerá en público oficialmente para ir a misa el Domingo de Resurrección, el 31 de marzo.