Un espejo de agua, que con su reflejo y sonido son una fuente de relajación para los pacientes, se encuentra situado a lo alto de una pared al entrar a la sala de espera del nuevo Hospital de Cancerología Dr. Adán Ríos Ábrego, de Ciudad de la Salud.
Techos altos, pasillos con ventanales que dan la bienvenida a la luz natural, vista a jardines, colores que inspiran calidez, ambientes cómodos y equipo innovador. El nuevo centro que atenderá a pacientes de oncología en Panamá es un proyecto construido, diseñado y equipado por la compañía panameña Riga Services en un tiempo récord de cinco meses y medio.
Como arquitecto encargado del diseño de interiores del proyecto, Jair Gardellini buscaba crear un espacio hospitalario con diseño y detalles que susciten serenidad al paciente, principios esenciales cuando se quiere construir una clínica para sanar por dentro y por fuera. “Aquí es donde realmente empieza el tratamiento del paciente”, opina por su parte Esteban Castrillón, arquitecto de Riga Services, en entrevista a ELLAS durante una visita a las instalaciones.
Recorrimos el Hospital de Cancerología, iniciando por su sala de espera principal que tiene capacidad hasta para 90 personas sentadas y espacio adicional para sillas de ruedas.
En esa área, que es la primera en recibir a los pacientes que llegan a consultas, hay un elemento muy importante “La campana de la felicidad”, como le han denominado a una pequeña campana situada en un nicho que los pacientes pueden sonar al terminar su tratamiento. “Quisimos colocarla aquí para darle aliento a ese paciente que está en tratamiento, de que sí puede lograrlo”, comenta el arquitecto Castrillón.
Este hospital tiene cuatro consultorios de 20 m2 cada uno. También tiene área de tomografía de simulación que fue decorada con un enorme paisaje natural de piso a techo para aportar color. En el techo, cuando el paciente está acostado, una imagen hecha en acrílico le permite ver un cielo azul con vegetación.
Llegando al área de alta tasa, conocimos la sección de tratamientos de braquiterapia y radioterapia. Ahí vimos uno de los cinco búnker que tiene el Hospital de Cancerología con cuatro aceleradores lineales, tres de ellos adaptados con tomógrafos. Uno de esos aceleradores lineales, el Unity, tiene un resonador magnético incorporado y es el tercero que existe en todo América.
El arquitecto Esteban Castrillón tiene más de 15 años de experiencia edificando proyectos hospitalarios en Panamá. Para él, como miembro del equipo de Riga Service, ver construido el Hospital de Cancerología representa un logro muy gratificante como arquitecto. “Antes de la entrega recibimos algunas visitas de personas que querían ver el lugar. Doctores, pacientes y personal médico quedaban impresionados al ver que esto era algo de un nivel, que no se había visto en Panamá; desde el aspecto de la funcionalidad del mismo edificio, los colores y materiales. Entre las visitas estaba una paciente. Escuchar su testimonio, de lo que ella padeció mientras tuvo su tratamiento oncológico cuando esto lastimosamente no se había creado. Cuando ella llegó aquí se sintió a gusto y nos agradeció. Eso para nosotros es algo muy importante”