Barcelona soleada y su brisa fría de primavera rozaban mi piel. Era una sensación que me hacía sonreír; compararla con mi clima panameño, que desayuna sol, almuerza lluvia y todo el año brinda con calor, era inevitable.
“Este sí es muy grande”, decía asombrado el taxista peruano que me trasladaba hasta el puerto de Barcelona al ver al Wonder of the Seas, prístino y majestuoso esperándome en la terminal de cruceros.
A orillas del Mar Mediterráneo, este crucero de Royal Caribbean aguardaba a sus cruceristas más fieles, agentes de viaje y medios de comunicación de países como Israel y Nigeria para un viaje especial de dos días que invitaba a conocer las innovaciones de la nueva maravilla. Panamá también estuvo en esa travesía con la revista Ellas como enviada especial.
Central Park en Wonder of the Seas. Este barco inició este mes su temporada en Europa con visitas a Roma, Provence, Francia; Capri, Italia, entre otros. A partir de noviembre, recorrerá el Caribe con salidas desde Miami.
La celebración iniciaba al poner el primer pie dentro del barco. Un sonriente miembro de la tripulación recibía con champaña y calidez a los viajeros; todos con la mirada asombrada del primer instante dentro del inmenso crucero que ante mis ojos parecía una colorida y prometedora ciudad.
Con el lanzamiento del Wonder of the Seas, Royal Caribbean oficializa el regreso de la totalidad de su flota, 26 naves, a distintas rutas alrededor del mundo. Entre ellas, Panamá.
Una década ha pasado desde que la línea naviera zarpara por última vez desde las aguas de nuestro país. La compañía eligió en Panamá a la agencia de viajes Allegro Tours como la encargada exclusiva de ofrecer sus vacaciones en alta mar partiendo de puertos en locaciones como Miami, Colón y Amador, en ciudad de Panamá.
Dueña de los mares
A las 7 de la tarde del primer viernes de mayo, el Wonder of the Seas iniciaba bajo un radiante sol europeo su recorrido de dos días por el Mar Mediterráneo. Partiendo desde Barcelona, al día siguiente llegaría a la ciudad española de Valencia, de encanto portuario y arquitectura futurista.
A bordo había mucho por descubrir. Sentada en el balcón de mi cabina, con vista a uno de los ocho vecindarios del crucero, pude organizar parte de mi itinerario a bordo a través de la aplicación móvil de Royal Caribbean. Esta herramienta permite que la aventura empiece antes. Para viajeras emocionadas como yo, desde Panamá pude descargarla en mi celular y conocer cada cubierta, horarios de restaurantes y su oferta gastronómica, la casi infinita lista de actividades y espectáculos a bordo y más. En un barco con tanto qué hacer, es necesario organizar una agenda.
Parte de Suite Neighborhood, el octavo vecindario. El Wonder of the Seas es el quinto crucero de la clase Oasis. Tiene capacidad para casi 7 mil pasajeros y 2 mil tripulantes.
18 cubiertas forman parte del Wonder of the Seas. Este crucero tiene además ocho vecindarios que recrean ambientes como el Central Park de Nueva York, con más de 20 mil plantas reales, tiendas, restaurantes, músicos en vivo y hasta se logra escuchar cantos suaves de pajaritos.
El octavo vecindario es una de las innovaciones. Se trata del Suite neighborhood, exclusivo para los huéspedes de las cabinas más privilegiadas, ubicadas en lo más alto de la embarcación. “Es muy privado y tiene todo: cocina gourmet, sun deck, lounge”, cuenta Alberto Muñoz, vicepresidente de Royal Caribbean para Latinoamérica y el Caribe en entrevista desde el crucero.
Tentáculos de colores salen como brazos en movimiento del cielo del crucero. Eran los impresionantes toboganes y atracciones acuáticas donde se puede ver a muchos viajeros que salen en busca del sol y piscinas de aguas aclimatadas. En ese ambiente, que simula un sueño en el Caribe, es fácil quedarse por horas entre cocteles y buena compañía. Aunque este viaje era dirigido a adultos, no costaba imaginarse a los niños y niñas adueñándose de estas zonas que recuerdan a un mundo de corales bajo el mar.
El parque acuático infantil Splash Bay.
Cuando hablamos de propuestas gastronómicas en el crucero más monumental del mar, mis expectativas se elevan. Durante la travesía conocimos cuatro de la veintena de restaurantes con que cuenta. En cada ocasión, el sabor y el servicio solo hacían que quisiera volver.
Esta línea de restaurantes estuvo encabezada por el el debut de The Mason Jar, un acogedor restaurante de encanto sureño estadounidense con variedades de whiskies y sabores típicos.
La primera noche nos abrigamos y salimos al AquaTheater para ver InTENse, un espectáculo de acrobacias acuáticas y aéreas con un elenco completamente femenino. Ellas volaban, hacían clavados a decenas de metros de altura, manipulaban el agua a su antojo en el show que hasta el día siguiente se oía a la gente comentar.
En Panamá empieza la fiesta del caribe
En 2023, la nave Rhapsody of the Seas iniciará su temporada en mares istmeños con itinerarios desde Colón y Amador, en la capital.
Alberto Muñoz asumió su cargo como directivo de Royal Caribbean para la región hace más de tres años. Uno de sus intereses era regresar a Latinoamérica para ofrecer un producto accesible sin visa, como Panamá.
Este regreso viene con sabor a fiesta: el Rhapsody of the Seas incluirá el paquete de bebidas de lujo ilimitado a bordo. “Llegué con mi lista de Santa Claus a pedir las bebidas ilimitadas y el Wi-Fi en el barco, pero solo me daban una. Pregunté a varias agencias de viaje: ‘si tuviéramos que ofrecer alguna de las dos, ¿Cuál sería? Todos respondieron que el paquete de bebidas, sin excepción”.
La compañía internacional ve en Panamá un ventaja geográfica incomparable y con excelente conectividad aérea.
Destinos en, Colombia, Costa Rica; el ABC (Aruba, Bonaire y Curazao) y una travesía por el Canal de Panamá esperan las familias viajeras desde nuestros puertos.
“Al mercado americano les encanta esta combinación Panamá- Costa Rica. Tenemos la visión de tener dos barcos basados en Panamá”.
8 de la tarde en el Mar Mediterráneo. En la imagen, Solangel Hurtado Mendoza, enviada de @revistaellas. Fotografía. @maletalista