Una pregunta que siempre me hacen es: ¿Cómo haces para cuidar y mantener vivas tantas plantas? En resumen respondería: “Tengo mi propio sistema”. Y es que cada quien debe seguir lo que mejor se ajuste a su ritmo.
Relájate, disfruta y jardinea
No debe ser una tarea tediosa y frustrante, perdería todo su sentido terapéutico y de relajación. Como punto de partida, debes saber que no todas tienen las mismas necesidades. Obsérvalas, ellas generalmente dan muestra de cómo se sienten y si algo fuera de lo normal les pasa. Chequea las hojas amarillas o chocolates, enrolladas o desmayadas o si hay bichos en sus hojas o sustrato.
Irónicamente, el riego suele ser causa de pérdidas de plantas, principalmente por exceso. Yo le llamo exceso de amor. La frecuencia del riego varía también por la cantidad de luz que reciben, el tipo de sustrato en el que están plantadas y el ambiente de nuestra casa.
En apartamento, el riego depende 100% de ti. Si son más de 10, probablemente te tome tiempo regarlas y atenderlas durante la semana.
Si creas una rutina para atender tus plantas, el riego puede ser una tarea más fácil y ahorrarte tiempo. Toma nota de estos tips:
1. Escoge un día a la semana para regar: La mejor hora es temprano por la mañana. Puedes dividir las plantas según su necesidad de agua y regar por grupo. Por ejemplo, hay algunas que necesitan riego semanal y otras que pueden estar 15 días o más días sin agua. Según que tanta luz reciban, algunas como la lengua de suegra y las zamioculca y uno que otro cactus o suculenta, pueden estar hasta un mes sin riego. ¡Éxito!
2. Agrega al agua de riego tu fertilizante: Puedes matar 2 pájaros de un tiro si riegas y fertilizas al mismo tiempo. Usa fertilizantes que se mezclan con agua. Las reservas de nutrientes en el sustrato se agotan rápidamente y fertilizar las plantas y ayudarlas a crecer y florecer.
Crassula is watered by yellow watering can on white background
3. Puedes regar tus plantas de distintas maneras según tu disponibilidad de tiempo:
a. Riego desde arriba: este es el más popular y su propósito es imitar la lluvia, se vierte el agua directo al sustrato, la tierra y sus raíces. Nunca a las hojas, ya que podrían dañarse, generarse o quemarse si les da el sol. Procura que sea abundante pero que drene el exceso.
b. Riego por abajo: Coloca un plato con agua debajo de la maceta, así la planta la absorberá a través de los agujeros de drenaje. Este riego se recomienda para especies con flores o para plantas jóvenes. La idea es que se humecten directamente las raíces sin que el agua toque el tallo o las flores, ya que algunas especies son tan delicadas que tan solo al toque puede generar hongos.
c. Riego por inmersión: Este método se basa en sumergir la maceta (dos terceras partes de la maceta) durante aproximadamente 10 o 15 minutos dentro un recipiente con agua de dimensiones superiores. Verás como empezarán a salir burbujas y la planta absorbera lo necesario. Luego retira la maceta y deja que el agua se escurra. Es importante que dejemos escurrir el agua adecuadamente, ya que de lo contrario podríamos perjudicar la salud de la planta. El riego por inmersión es utilizado cuando una planta sufre de deshidratación y el objetivo es conseguir rehidratarla.
4. Atomiza o pulveriza tus plantas: La mayoría de las plantas en nuestro país son de origen tropical, crecen debajo de árboles y entre mucha vegetación, la humedad forma parte natural de su hábitat. Humedecer sus hojas, te puede brindar un pequeño espacio de tiempo para que puedas realizar el siguiente riego. Como beneficio adicional, al pulverizar se mantienen más limpias las hojas los que las ayuda a capturar mejor la luz del sol y en consecuencia crecer más rápido y vigorosas. OJO: hay especies que no toleran la humedad en sus hojas, como por ejemplo suculentas y cactus.
5. Crea humedad natural: Esto no es un método de riego, pero crear humedad te ayudará a espaciar tus riegos. ¿Cómo lo puedes hacer? Puedes agrupar tus plantas, esto creará un microclima entre ellas. Otra forma de hacerlo es colocar piedras o leca en un platito con agua y ésta al evaporarse creará el efecto de humedad.
La decoradora Mel Sanmartín, de @theplantladypanama.
Una regla que jamás debes olvidar es que todas tus macetas deben tener drenaje para evitar encharcamientos y pudrición de las raíces. Como tip adicional, si lo que deseas es evitar desastres al momento del riego, y por desastres me refiero a regar tierra o agua, mojar alfombras o mesas, puedes llevar tus plantas al fregador de la cocina o a tu baño, ya sea que tengas tina o regadera y realizar allí cualquiera de las opciones de riego que ya vimos. Siempre dejando que se escurra toda antes de regresar la planta a su lugar.
Si te preguntas ¿cuándo regar? la prueba de introducir el dedo en la tierra, en una profundidad aproximada de dos cm para saber que tan mojada está, es infalible. En ocasiones la superficie se mantiene seca pero más abajo la tierra sigue mojada.
No es tan difícil crear tu propio sistema y tu rutina, esto te ayudará a dejar de ser una #plantkiller y convertirte en una verdadera #plantlover. Incluye en tu rutina cosas que te relajen, como música, tu bebida favorita y disfruta del proceso. Olvídate de la frase “tengo mala mano para las plantas”, no creo en la mala mano, tu planta solo necesita tu atención y tu amor.
Nos vemos en el jardín.