1. Solidaridad: Chefs en todo el mundo se organizan para dar comida a personal de salud o personas vulnerables. En Chiriquí, Fanny Romero y Patricia Miranda dirigen el proyecto Cocina Solidaria y en la capital, Rolando Domingo coordina Receta Solidaria.
2. La salsa de mi restaurante: En las entregas a domicilio los restaurantes ofrecen productos insignia, como el Ají Chombo de El Trapiche.
3. Comer en casa: Al no poder salir la gente cocina más, y prueba nuevos platos. En las últimas semanas aumentaron las búsquedas en el sitio Alamesa.pa.
4. Clases con el chef: Las personas están interesadas en aprender técnicas de cocina en Youtube o recibir clases de un chef por Instagram live o vía Zoom, y pagar por ello.
5. Precocidos: Algunos establecimientos están ofreciendo platos pre cocidos. El restaurante Local, en San Francisco, te envía los ingredientes para que hagas tus tacos. Waikiki, en Parque Lefevre, ofrece masa para hacer hojaldre.
6. Delivery con calidad: La entrega a domicilio reina hoy, pero el consumidor clama por una entrega impecable. Para quienes puedan ofrecerla, hay oportunidad de negocio.
7. Huerto en casa: Hemos visto la importancia de poder tener alimentos en casa, quienes se lo puedan permitir van sembrar en sus patios.
8. Experiencias: ¿Qué tal recibir en tu cumpleaños tu pizza favorita? Con un mensaje en la caja, como lo está haciendo Barrio Pizza. O que tal recibir en casa un pequeño catering preparado por un chef.
9. Restaurante fantasma: o Dark Kitchen, son locales que solo atienden pedidos en línea; no tienen mesas ni pagan alquileres en zonas exclusivas. Pero sí deben mantener contento el paladar de sus clientes.
10. Conexión: La gente ha comprado el pan que hace la vecina porque la conocen y la quieren apoyar. Esa cercanía importa, pero le seguirá comprando si su producto es bueno e higiénico. En cuanto a las marcas, los comensales quieren la historia detrás y saber de dónde vienen sus ingredientes.