El padre de Meghan Markle busca la autorización de los médicos que lo atienden de una afección cardíaca para llevar a su hija al altar en su boda con el príncipe Harry, informó el sitio de celebridades TMZ.
Thomas Markle indicó que fue hospitalizado nuevamente por un fuerte dolor en el pecho después de sufrir un infarto la semana pasada. Sus médicos, dijo, le aseguraron que su corazón estaba “seriamente dañado”. Pero aseguró a TMZ que si los doctores lo autorizan arriesgaría su salud volando a Inglaterra para acompañar a su hija en el castillo de Windsor el sábado.
El futuro suegro del príncipe Harry ha presionado a los doctores para que le den el alta el miércoles, pero hasta ahora no tiene garantías de que así será. “Odio la idea de perderme uno de los momentos más grandes de la historia y llevar a mi hija al altar”, expresó. Thomas Markle señaló además que perdió una llamada telefónica de su hija el lunes y que luego recibió un texto en el que le decía que lo amaba y que estaba preocupada por su salud. TMZ no especifica si el padre de la futura duquesa estaba en Estados Unido o en México, donde reside.
El palacio de Kensington, residencia oficial del príncipe Harry, anunció el lunes por la noche que Meghan Markle estaba atravesando “un momento profundamente personal”, sin llegar a confirmar la ausencia del padre, anunciada por la prensa poco antes. El anuncio lo hizo en medio del escándalo generado por haber aceptado ser fotografiado en situaciones bastante anodinas: mirando fotos de su hija y Harry -al que no ha conocido personalmente-, leyendo un libro sobre el Reino Unido o tomándose las medidas para el traje. En su conversación con TMZ, Thomas Markle dijo que su hija no le guardaba rencor y que no creía que la reina Elizabeth II estuviera molesta. “No creo que la reina esté pensando en lo que yo esté haciendo”.