El príncipe Andrés, hijo de la reina Isabel II, renunció a sus cargos honoríficos a la cabeza de regimientos militares y asociaciones benéficas, informó el Palacio de Buckingham.
Andrés, de 61 años, enfrenta a una causa civil en Estados Unidos por agresión sexual.
“El duque de York seguirá sin desempeñar ninguna función pública y se defenderá en este caso en calidad de ciudadano privado”, precisó el palacio en un breve comunicado.
Un juez de Nueva York rechazó una petición interpuesta por los abogados del príncipe para que desestimase la denuncia de agresiones sexuales presentada en su contra por Virginia Guiffre, una estadounidense que le acusa de haber abusado de ella en 2001, cuando tenía 17 años.
Guiffre es una de las víctimas de los delitos sexuales del financiero estadounidense Jeffrey Epstein, declarado culpable de pederastia por un tribunal de Florida y que se suicidó en una cárcel de Nueva York en agosto de 2019, donde aguardaba un nuevo juicio por tráfico y abuso de menores.
La amistad del príncipe Andrés con Epstein, que defendió en una muy controvertida entrevista con la BBC en noviembre de 2019, provocó un gran escándalo que lo obligó a retirarse de la vida pública.
El caso de Andrés, considerado por todos como el “hijo predilecto” de Isabel II, es uno de los múltiples escándalos que dañan la imagen de la monarquía británica con los que ha tenido que lidiar recientemente la soberana a sus 95 años.
Tras la decisión de la justicia estadounidense, el duque, que niega firmemente las acusaciones, tendrá que enfrentarse a un juicio civil, en el que en principio respondería mediante una declaración grabada en el Reino Unido. A menos que recurra y tenga éxito o las dos partes lleguen a un acuerdo económico, las audiencias podrían celebrarse en el otoño boreal.