En México, donde vivió por dos años y donde nació su primogénito Eduardo Gael, Roseta Bordanea celebró a lo grande su cumpleaños número 30.

“La principal manera de celebrarlo era estar en la Basílica de la Virgen de Guadalupe, rindiéndole tributo en las vísperas de su festividad (que es el 12 de diciembre)”, expresó la presentadora de televisión, actriz de teatro y cantante, que cumplió años el 3 de diciembre.

De regreso a Panamá, la artista expresó a revista Ellas que está decidida a “gozar” sus 30 “y a vivirlos con muchísima alegría y esperanza de que todo va a marchar bien”.

Roseta confesó que ahora hará “cambios radicales” en su rutina de belleza, estilo de vida y hábitos alimenticios. Le encanta la comida “chatarrra”: pizzas, hamburguesas, helados, empanadas y chicharrón, y aunque le gustan las frutas y vegetales, no las suele comer.

“Necesito definitivamente ponerme juiciosa con eso. Necesito empezar a ejercitarme. Soy muy sedentaria. Debo empezar a ponerme seria con eso, hacer ejercicio, no lo digo por el físico, sino por salud (tengo el colesterol alto)”, detalló la artista, quien es de contextura delgada pero admite que el metabolismo cambia a partir de los 30.

Reveló además que no tenía una rutina de belleza. No usaba ningún tipo de crema para el rostro, ni de día ni de noche, ni siquiera bloqueador solar. Esta semana comenzó a aplicarse cremas hidratantes y protector solar para cuidar su cutis y evitar el envejecimiento prematuro.

Roseta Bordanea: ‘Estos 30 años vienen con cambios radicales en mi vida’

Roseta Bordanea: ‘Estos 30 años vienen con cambios radicales en mi vida’

 

‘Cuando se abre una puerta ¡hay que entrar!”

Por otra parte, la expresentadora del programa Tu Mañana, de Telemetro, enumeró las metas que quería alcanzar antes de los 30 y que pudo cumplir, como graduarse de la universidad, tener una maestría en marketing, haber trabajado en la televisión, en el teatro y la radio, casarse y formar una familia.

No obstante, destacó lo que hubiera querido lograr, pero que por “miedo” no pudo. “Siempre quise ser actriz de telenovela o en alguna serie de producción latinoamericana, y en el tiempo que estuve en México nunca apliqué a nada, no hice casting ni traté de tocar puertas”, precisó Roseta, quien cursó en una academia de actuación en esa ciudad por poco tiempo.

Explicó que durante su residencia en esa capital, reconocida en la región por sus producciones televisivas, se dedicó a disfrutar su maternidad. Antes de tener a su bebé había tenido una pérdida, por lo que cuando salió embarazada de nuevo “me concentré en preservarlo, luego convertirme en mamá y vivir mi maternidad al máximo dedicándome a mi hijo completamente”.

Cuando su bebé nació se dijo que intentaría aplicar para algún casting cuando él cumpliera un año, pero antes de que ese año llegara, se mudó de regreso a Panamá.

“Pienso que el miedo me ganó, porque en el tiempo que estuve en México pude haber dejado al bebé al cuidado de una nana. Todas las puertas estaban a disposición para salir a hacer algo”, dijo, al tiempo que aconsejó que se deben aprovechar las oportunidades cuando se presentan. “Cuando se abre una puerta ¡hay que entrar!“.