Duelo, memorias de una invasión es un proyecto multimedia del colectivo de periodistas Concolón que reúne nueve crónicas de víctimas y sus relatos en torno a la invasión, además de 61 imágenes.
Fue presentado el año pasado bajo la dirección de la periodista argentina y cofundadora de Concolón, Sol Lauría. El proyecto se lanzó en 2018 luego de un año de investigación, conversatorios y entrevistas, hechas para su revista digital.
Este año, Concolón ganó el Gran Premio Nacional de Periodismo por Duelo, memorias de una invasión. La crónica Un vestido y una flor, escrita por Melissa Pinel, fue la mejor crónica del año.
“No queríamos contar la invasión desde el conflicto de buenos y malos o de que un muerto valía más que el otro, sino con el foco puesto en las víctimas; mostrado desde el presente y con un enfoque de derechos humanos”, comentó la autora. “Queríamos mostrar un suceso que ocurrió hace 30 años bajo la promesa de restaurar la democracia, ver qué pasó con esas promesas y con la vida de quienes sufrieron, perdieron a alguien o eran niños cuando pasó”.
La invasión de Estados Unidos a Panamá en un cómic
Sol, junto a la ilustradora panameña Meera Sachani, trabajó este año en la novela gráfica Duelo, memorias de una invasión.
La obra fue presentada el jueves 12 de diciembre en la cafetería Mentiritas Blancas, en un conversatorio con la autora e ilustradora de la obra.
Sol cuenta que las nueve crónicas de Duelo, al ser muy extensas, no terminan de llegar a todo el público. Pensó en la manera de contar esos relatos desde un formato más ágil y simple. Decidió hacer un cómic.
La invasión para niños
La invasión de Estados Unidos a Panamá en un cómic
La novela gráfica incluye extractos de cuatro crónicas de Duelo reinterpretadas por la ilustradora panameña. Presenta el contexto de los hechos y los antecedentes del 20 de diciembre de 1989.
Aunque la idea inicial era hacer un libro para niños, las autoras se dieron cuenta de que cualquier público podía leerlo. “Y más los jóvenes que son quienes necesitan entender este suceso. El proyecto está dirigido a un público que es el futuro y el que tomará las decisiones más adelante”, manifiesta la ilustradora.
Meera relata que el primer niño que vio el cómic quedó impresionado. “Tiene 9 años, y cuando le pregunté si sabía qué era la invasión, me dijo que no. Se sintió impactado al saber que eso había ocurrido aquí”.
Luchando contra el olvido
Meera no había nacido cuando sucedió la invasión. Leyó las crónicas y se documentó. “Fue un proceso complicado. Leer las crónicas y ponerme en la piel de quienes estaban viviendo esa experiencia y sentir la empatía”.
Decidió usar el color negro en referencia al duelo.
La invasión de Estados Unidos a Panamá en un cómic
La crónica que más le costó reinterpretar fue Mazda del 69, escrita por Carlos Barahona. “Lloré mientras la dibujaba porque sentía que estaba ahí. Carlos Barahona tenía un carro Mazda del 69 y su vecino, quien era su mejor amigo, le pidió que lo llevara a él y a Otilia, su esposa embarazada, al hospital porque iba a dar a luz. Durante el viaje, un militar puertorriqueño los detuvo y les preguntó cuál era la urgencia. Luego de explicarle, les dice que no se preocuparan y que siguieran directo al hospital, él avisaría a los siguiente retenes que ellos iban con una urgencia. Diez minutos después, al vehículo le alcanza una ráfaga de bala de otro equipo de militares. Mataron Otilia, a su esposo, y Carlos Barahona quedó sin un brazo”.
A Meera, hija de una chiricana y un hindú, le enorgullece participar de este proyecto que lucha contra el olvido.
Durante el conversatorio expresó que como joven “es complicado construir una memoria que no tenemos y pelear contra un sistema que se empeña en ocultar y maquillar los hechos”.
Rescate de una memoria colectiva
La invasión de Estados Unidos a Panamá en un cómic
Sol Lauría es una periodista argentina que llegó a Panamá en 2011. Supo de la invasión de los Estados Unidos a Panamá poco antes de llegar al país. “Cuando venía a trabajar a Panamá, empecé a leer frenéticamente sobre su historia. Leí sobre la historia del Canal, los tratados, los presidentes. Pero cuando llegué a la invasión, me pareció algo terrible. Me preguntaba cómo un país invade a otro para sacar a una persona. Cuando llegué acá le preguntaba a algunos compañeros de trabajo sobre eso y me di cuenta de que la gente casi no hablaba de ello. Noté que era algo de lo que el periodismo probablemente se había encargado, pero que se podía aportar más”.
En la novela gráfica no se incluyeron todas las crónicas. “Algunos relatos eran muy visuales, como el del Mazda del 69, pero otros como Un vestido y una flor (que no está en la novela gráfica), que se trata de una señora cuyo hijo salió de su casa un 19 de diciembre del 89 y no regresó, era un desafío porque cómo se ilustra la espera y la desespera. Hay cosas que solo se pueden contar con palabras”.
Sol es cofundadora de la revista online Concolón, que nació en 2016 para relatar historias que no habían sido contadas. Entre los proyectos relacionados al rescate de la memoria histórica sobre el 20 de diciembre, el colectivo lanzó Panamá Files, una plataforma en línea con documentos desclasificados en Estados Unidos sobre la Invasión a Panamá. Además, en la pasada Feria del Libro de Panamá, colocaron una cabina de grabación para que las personas se acercaran a grabar su testimonio. Más de 200 personas lo hicieron. Pronto los publicarán en Spotify.
¿Dónde puedo adquirirlo?
La invasión de Estados Unidos a Panamá en un cómic
La novela gráfica Duelo, memorias de una invasión está disponible a 20 dólares en Local Panamá, Mentiritas Blancas, el Museo de Arte Contemporáneo y en No me olvides. El proyecto multimedia ganador del Premio de periodismo está en duelo.revistaconcolon.com.