Los años 80 fueron una gran explosión cultural en todos los ámbitos, pero sobre todo de la música. Grandes artistas como Michael Jackson, Madonna, Prince y The Police inventaron una nueva paleta musical, que abarcaba desde el ‘funk’ implacable al pop psicodélico, pasando por el ‘rock’ duro.
Pero fue MTV (Music Television), creado el 1 de agosto de 1981 en Fort Lee, Nueva Jersey, lo que los consagró hasta el cielo de las estrellas con un nuevo concepto en la forma de hacer y ver televisión: ligera, dirigida exclusivamente a los adolescentes y a la música que más les gusta. El videoclip que iluminó por primera vez la pantalla de MTV anunciaba el fenómeno que se estaba fraguando: Video killed the radio star (“El video mató a la estrella de radio”), de The Buggles.
Se habló incluso de “íconos MTV”, como Bon Jovi, Eurythmics y Michael Jackson. Hasta los directores de cine se lanzaron a hacer estos cortometrajes musicales que daban visibilidad a los cantantes. El disco Thriller de Michael Jackson se convirtió en el más vendido de la historia con más de 140 millones de unidades.
Los 80: una década memorable
La década de los 80 comenzó con la trágica noticia del asesinato de John Lennon, acribillado a balazos por un fanático en el edificio Dakota, que lo había esperado durante horas para que le autografiara su copia del disco Double Fantasy. Al año siguiente se fue otro de los grandes de la música: Bob Marley, que murió víctima de un cáncer de pulmón. El mundo quedó conmocionado tras saber que el turco Ali Agca había disparado cuatro veces contra Juan Pablo II mientras paseaba en el papamóvil por la plaza de San Pedro del Vaticano. Pero el pontífice polaco no murió. Fue uno de los artífices en la sombra de la descomposición del régimen comunista que quedó simbolizado con la caída del muro de Berlín en 1989.
Los 80: una década memorable
En 1985 fueron descubiertos los restos del Titanic a 3 mil 800 metros de profundidad en las frías aguas del Atlántico Norte.
Los 80: una década memorable
En esos años fuimos testigos del dominio del hombre sobre la naturaleza. En 1983, un grupo de especialistas del Instituto Pasteur de París, liderado por Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier, descubrieron el virus causante del sida a partir del análisis de los hinchados ganglios linfáticos de pacientes severamente inmunodeprimidos.
Habría que esperar a los años 90 para fabricar a la oveja Dolly, pero fue en 1986 cuando el veterinario de Dinamarca Steen Malte Willadsen logró clonar por primera vez un embrión de oveja. Otras gestas científicas fueron el avistamiento por naves espaciales del cometa Halley, que pasa cerca de la Tierra cada 76 años, o la implantación con éxito del primer corazón artificial en Estados Unidos.
También hubo conquistas feministas. El 25 de julio de 1984, Svetlana Savítskaya se convirtió en la mujer que realizó el primer paseo espacial, permaneciendo fuera de la nave durante 3 horas y 35 minutos. Tres años más tarde, Benazir Bhutto fue elegida la primera mujer en ocupar una jefatura del Estado en un país musulmán (Pakistán). Murió asesinada el 27 de diciembre de 2007, en un crimen aún sin condenados. En 1987 se creó la píldora abortiva.
Los 80: una década memorable
También la moda de esa época es emblemática. Todo era volumen, color y extravagancia. Las grandes protagonistas fueron las camisetas holgadas, estampadas y con grandes hombreras que se llevaban con pantalones extremadamente ajustados o minifaldas. Pero lo imprescindible eran los tacones imposibles. El pelo tisado al máximo, los rulos y el maquillaje recargado completaban el look. Eran los años dorados de la ostentación y la exuberancia.
Diseñadores como Christian Lacroix, Calvin Klein y Giorgio Armani reflejaron a la perfección el significado elitista de la moda.
El culto al cuerpo era una parte fundamental de la sociedad de los 80. Había que ir al gimnasio y demostrarlo. Es la época de las supermodelos que marcaban tendencia. Aquella década dejó una huella indeleble en la cultura popular a nivel internacional que hoy sigue presente. De hecho, no es nada raro ver hoy a las jóvenes ataviadas con atrevidas camisetas por encima del ombligo, escuchando música con unos enormes auriculares, mientras golpean el suelo con sus Converse.