Los Globos de Oro siempre han sido una parada menos seria en el camino a los Premios de la Academia, una gala con alcohol y burbujas incluidos organizada por un grupo poco conocido con un gusto que a veces puede confundir.
Pero este año ha ocurrido algo interesante pues sin duda serán unos Globos significativos. La edición número 75 de los Globos de Oro, se realizará en Beverly Hills, California, este domingo 7 de enero y será la muestra más prominente y pública hasta el momento del movimiento “MeToo” (yo también) que ha sacudido a Hollywood y dejado toda una serie de hombres bajo escrutinio por acusaciones de acoso o abuso sexual.
Lo que ha sido por años una fiesta de estrellas podría tomar este domingo el tono de una manifestación. Por solidaridad con las víctimas muchas de las celebridades invitadas han dicho que vestirán de negro para la ceremonia. Es un plan que en la alfombra roja y en el escenario asegurará que la atención siga puesta en los desequilibrios de género endémicos en la industria cinematográfica. “Eso será muy poderoso”, dijo esta semana Allison Janney, actriz de reparto nominada por la historia de la patinadora de hielo Tonya Harding, I, Tonya. “Llevaré un vestido negro y me sentiré orgullosa de estar de pie ahí con otras actrices”.
Los Globos han sido tradicionalmente una celebración, un momento para pasarla bien y, frecuentemente, una oportunidad para un buen chiste. Pero también han tenido sus momentos políticos como el discurso del año pasado de Meryl Streep, galardonada con el premio Cecil B. DeMille, por su trayectoria. Streep habló fuertemente contra el presidente electo Donald Trump, quien al día siguiente respondió que era una actriz “sobrevaluada”.
Este año la galardonada es Oprah Winfrey, quien previamente calificó la crisis tras las acusaciones contra Harvey Weinstein como “un punto de inflexión” para las mujeres. Winfrey está entre las cientos de mujeres en la industria de los espectáculos que se han unido para formar Time’s Up, una iniciativa para abogar por una mayor igualdad de género entre ejecutivos de estudios y de agencias de talento. También ha creado un fondo legal de 14 millones de dólares para víctimas de acoso sexual. Time’s Up — cuyas integrantes incluyen a muchas de las estrellas que asistirán a los Globos de Oro como Reese Witherspoon, Gal Gadot y Emma Stone — se presentó el lunes con anuncios de página completa en diarios. Y ya tiene mucha tela de donde cortar.
La Iniciativa de Inclusión Annenberg de la Universidad del Sur de California publicó el jueves sus más recientes descubrimientos sobre diversidad en dirección. Al examinar las 100 películas más taquilleras de 2017, los investigadores descubrieron que solo 7,3% fueron dirigidas por mujeres, es una cifra mayor al 4,2% del año anterior, pero todavía es menor al punto más alto que se logró en la década. “La diversidad en la silla del director es virtualmente inexistente y el género entre las filas de ejecutivos en las principales empresas continúa principalmente en desequilibrio”, concluyó el estudio.
La falta de cambio quedará en manifiesto este domingo, también, cuando cinco hombres compitan por el premio al mejor director a pesar de que había posibles nominadas como Greta Gerwig (Lady Bird), Dee Rees (Mudbound) y Patty Jenkins (Wonder Woman). La categoría será mucho más observada cuando las nominaciones al Oscar sean anunciadas el 23 de enero.
Ahora más que nunca parece que los Globos de Oro serán algo de lo que valga la pena hablar. Y toda la turbulencia podría hacer que el trabajo de Seth Meyers como presentador sea un poco más complicado. Meyers llega como anfitrión tras Jimmy Fallon, cuya ceremonia de los Globos de Oro fue vista por 20 millones de espectadores en NBC, un aumento de 8%. “No queremos que esta noche sea una sesión en la que estemos regañando por todo lo que pasó, porque es muy importante para nosotros recordar que grandes películas fueron estrenadas este año”, dijo Meyers en una entrevista. “Mucha gente, nos estamos dando cuenta, laboró en ambientes que no eran tan buenos para trabajar tan duro. Así que la meta es hacer que la gente tenga una noche maravillosa y una fiesta que puedan disfrutar en un año en el que todos lo merecen”. Sin embargo muchos en Hollywood se preguntan si se merecen algo más que una fiesta.