1. Trabajas y trabajas pero no sientes que avances ni logres nada.

2. Llevas siempre trabajo a casa, no te desconectas nunca.

3. Las cosas que más te gustaban de tu puesto o profesión ya no las haces, no tienes tiempo para ello.

4. Muchas veces no quisieras volver a tu oficina. Te falta energía.

5. Estás cometiendo demasiados errores.

6. Los días que tienes libres solo quieres dormir.

7. Tu mejor aliado es el café en exceso, el cigarrillo, píldoras u otras sustancias para supuestamente funcionar.

8. Tienes problemas para dormir y también para levantarte.

9. Aumentaste o perdiste peso drásticamente porque manejas el estrés dejando de comer o haciéndolo en exceso.

10. Te convertiste en ese colega negativo y pesimista que a toda propuesta solo le ve el pero.

11. Estás irritable y los demás se han dado cuenta.

12. A pesar de todo lo que anhelaste, ese gran puesto o ascenso, sientes que esta no es la vida que soñaste.

13. No sales de un resfriado para caer en otro.

14. No recuerdas la última vez que fuiste a una clase de yoga a tomar algo con tus amigas o por una manicura, lo que antes te encantaba.

15. Te ves en el espejo y tienes que reconocer que descuidaste bastante tu apariencia personal, y no eras así.