Gina Baules tenía 15 años cuando a su mamá le diagnosticaron diabetes. En la mesa de su familia hubo varios cambios como parte de su tratamiento. En Gina empezó a crecer el interés por los temas de nutrición.
Entonces la carrera no la ofrecían en Panamá. Ella lo sabía. Se propuso encontrar donde estudiarla afuera; pero justo antes de que ella se graduará de la escuela secundaria la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá abrió la licenciatura.
Después de graduarse se interesó por la fisiología deportiva. Trabajó con el doctor Reynaldo Martínez y atendió a futbolistas y a bailarinas de ballet. En 2013 decidió trabajar con niños y sus padres. Después de tres años de estudio obtuvo una certificación sobre Intervención Nutricional en Autismo y Trastorno de Déficit Atencional e Hiperactividad en el centro Linca de Perú. Ha tomado varias otras certificaciones y actualmente cursa el posgrado en Enfoque Integrador en Neurodesarrollo y TEA, de la Sociedad Argentina de Neurodesarrollo y Trastornos Asociados.
El 21 de agosto, a las 7:00 p.m, Gina Baules será la invitada del encuentro Mi Momento Ellas para hablar sobre nutrición del niño con trastorno del espectro autista, TEA. La especialista explica que esta condición se trata siempre de una manera multidisciplinaria, y que constantemente las investigaciones arrojan nuevos hallazgos.
Gina, para los padres es un reto realizar grandes cambios en la alimentación de los niños ¿cómo es su abordaje con los ellos en estos casos?
Si bien los cambios van a ser significativos, hay que tratar de que sean graduales. Hacerlos todo de una vez puede ser un poco agresivo. Por eso en esto, no basta con la evaluación, hay hacer un acompañamiento con los padres y la familia.
A mí me gusta explicarle a los padres qué sucede en el organismo de los niños y cómo le afecta lo que come. Claro que vemos resistencia, sobre todo de las abuelas que no entienden porque esto ahora es necesario, si antes comíamos de todo. Lo cierto es que llevamos ahora una dieta que incluye muchos alimentos muy procesados. Si bien la dieta es restrictiva, se le ofrecen otras opciones.
Entiendo que cada dieta es individualizada, pero que alimentos se suelen restringir.
Empezamos por retirar alimentos procesados, alto en azúcares o con un alto contenido de gluten, caseína (leche) y aveces hay que retirar la soya. Esto se determina después de una evaluación.
Yo también recomiendo que en la limpieza del hogar eliminen productos abrasivos, pues el niños se sienta en el suelo se lleva luego las manos a la boca y entra en contacto con esos productos. Les sugiero limpiar los pisos con vinagre de manzana o bicarbonato de sodio. También hago otras sugerencias para no usar jabones de ropa muy agresivo pues todo eso, incluyendo sus olores, entran en contacto con el paciente.
Los niños con TEA pueden presentar fijaciones con ciertas comidas, explíqueme más de esto
Hay diferentes trastornos de alimentación entre algunos niños con TEA: afinidad por alimentos suaves: quiere comer solo puré, sopa o licuados. No quiere nada crujiente porque le desagrada el ruido que hace. Nos encontramos con niños que no aceptan más que yogurt o solo toman leche. Hay comedores selectivos o picky eaters que solo ingieren cosas de un color, por ejemplo naranja o todo lo que comen es de sobrio: arroz, yuca, todo blanco. No le pongas a su plato algo de otro color porque probarán bocado. Algunos pueden pasar dos o tres años con estas conductas antes de que los padres encuentren una solución. Y aquí quiero decir que admiro mucho a estos padres porque llegan al consultorio muchas veces con tantas lecturas e información arduamente recabada. Un padre o una madre que observa a su hijo es quien mejores pistas nos puede dar de lo que le está ocurriendo.
¿Cuáles son las consecuencias de estas dietas?
Son muy restrictivas y cuando pasan años así vemos que falta proteínas, deficiencias del complejo B. Es una alimentación incompleta. A la hora de hacer los cambios puede haber mucho rechazo de parte del paciente e incluso deja de comer, lo que le puede provocar serios dolores de estómago. Él o ella lo expresará si habla, pero de lo contrario le veremos que se toca el estómago o se dobla en un rincón del dolor.
¿Cuáles son los beneficios para los pacientes con TEA al hacer cambios en en su alimentación?
Los cambios son progresivos y serán más efectivos con un enfoque multidisciplinario, es decir de los otros especialistas que lo atienden. En mi caso me siento feliz cuando un padre me comenta que ya su hijo duerme mejor, que no grita en la madrugada. El estreñimiento o constipación también mejora.
¿Cómo pueden ser los familiares aliados en estos cambios?
Lo importante es comunicarles qué pasa en el cuerpo del niño, y explicarles que puede haber mejoras en la alimentación si todos cooperan.
¿Qué tanto ha crecido en Panamá este enfoque nutricional sobre los niños con Tea?
Llevo siete años trabajando en este campo. El año pasado empecé a sentir una mayor recepción sobre este tema. Cuando mi paciente va al pediatra, por ejemplo, me aseguro de enviarle un resumen para que sepa lo que estamos haciendo y procuro estar en comunicación con el neurólogo, pediatra, o gastroenterólogo que también lo trata. Es un trabajo multidisciplinario.
Gina Baules nos habla sobre la alimentación en los niños con Tea