Créase o no, es muy frecuente encontrar cachorros de menos de cuatro meses que tienen dominada a toda una familia. Perritos diminutos que se tornan inmanejables y con una mala conducta que se va agravando a través de los días. Habitualmente la gente deposita sus esperanzas en que el tiempo solucione todo y esto sea solo una transición, pero no es así.
En Panamá, la mayoría de estas escenas se dan con los schnauzer miniatura, y es lógico, siendo una de las razas caninas más populares, y con un nombre que puede engañar a aquellos que quieren un compañero canino pequeño para cargar y de pronto se encuentran con un animal de carácter.
Tomo al schnauzer mini como ejemplo, pero todos los perros entran en esta categoría, y más todavía aquellos que de pequeños solo tienen el tamaño. Además, es común que las personas consoliden las malas conductas con el llamado adiestramiento inconsciente, que no es más que reforzar permanentemente los errores, en lugar de ignorar o corregir.
Imaginen este cuadro: Un perrito de casi tres meses cargado como bebé humano, panza arriba pataleando para darse vuelta, mientras tira mordiscones por incomodidad, nervios, ansiedad, y en un ambiente alterado por adultos y niños que gritan, se ríen, etc. ¡Es realmente un caos!
Pero allí no termina la cosa. Para que se porte mejor y deje de morder, deciden darle ricas galletas. En el joven cerebrito del perro se encienden las luces de una asociación inmediata con base en el momento que está ejecutando y esto sí lo aprende rapidísimo. Mientras tanto, la familia se sigue preguntando si estarán haciendo algo mal o el cachorrito tiene algún problema.
Cuando un cachorro se apodera del hogar
MALA CONDUCTA
Aspectos que pueden ayudar a prevenirla
• Momento de la comida: La comida es la mejor herramienta, si es bien utilizada. Si no, es todo lo contrario. Proporcione la ración solo en momentos de calma. Recuerde que para el cachorro es un premio, y si le brinda el plato mientras ladra, da vueltas, salta o muerde, logrará perpetuar estos malos hábitos.
• Salidas: No coloque la correa hasta que el cachorro se encuentre sereno. Tómese el tiempo para lograr este estado. Sacarlo de forma descontrolada y ansiosa es otro hábito que rápidamente quedará instaurado. La calle y lo que representa también es un gran premio que el cachorro debe lograr con una conducta tranquila.
• Juego: No se deje mordisquear las manos ni pierda el control del juguete, menos en la competencia de tirar y aflojar. Lo que en esta etapa puede ser gracioso, después se convertirá en un problema. No deje que el cachorro imponga su voluntad con gruñidos, ladridos o ninguna otra postura desafiante del lenguaje corporal.
• Socialización: La convivencia, encuentros y juegos con otros congéneres es necesaria, pero debe ser pacífica. Puede haber ciertas escenas de competencia pero sin llegar a mayores. Nunca promueva conductas agresivas con caricias o felicitaciones. Deje que el cachorro sea manipulado por desconocidos.
• Castigo físico: Jamás utilice ninguna forma de castigo físico, ni siquiera con periódicos. Dependiendo del individuo, el resultado será diferente, pero nunca nada positivo en la formación del carácter del animal.
• Razas de trabajo: Hay razas de perros de trabajo, como pastores malinois, ‘border collie’, pastor australiano e incluso labradores, que vienen de líneas de sangre con una selección enfocada en su función. Infórmese, ya que estos cachorros físicamente se verán igual, pero genéticamente tendrán mayor propensión a la hiperactividad, cosa que en el trabajo es excelente, pero no siempre en la convivencia con la familia.
• Edad del cachorro: Estadística y científicamente está demostrado que los perros separados tempranamente de las madres, en cualquier circunstancia, tienen una gran posibilidad de presentar trastornos conductuales como, por ejemplo, la inhibición de mordida. Ningún criador idóneo entregará un cachorro antes de los dos meses por responsabilidad y prohibición de la Ley 70.
• Trastornos neurológicos u otros: La consulta veterinaria es primordial para descartar cualquier afección física que se pueda materializar en diversos problemas de conducta.