Este 21 de julio es el Día Mundial del Perro. Una fecha para crear conciencia sobre el abandono y maltrato animal.
Paquito en París, paseando por el Sena. Paquito en Madrid. Paquito en corbata, ahora en pandemia, haciendo reuniones por Zoom. Paquito descansando… ¡No sabía cuál foto legir!
Paquito cumple 10 años el 15 de noviembre. Llegó a mis brazos (más bien a la palma de mi mano, porque cabía ahí perfectamente), cuando tenía escasos dos meses.
Siempre está con nosotros en todos los viajes, ¡ama el avión! Y sigue paseando con nosotros a todos lados. Cada día de su cumpleaños es celebrado con una temática diferente.
Él ha cambiado mi vida. Es mi tesoro, me ha enseñado la nobleza de los perros, su gran corazón, lealtad, ternura y su “cero rencor”. Puedes regañar a un perro ¡y al segundo se le olvida! Te mueve la colita y vuelve a cultivarte.
Tenemos que aprender tanto de ellos; nada de rencor, solo pureza de corazón y una capacidad de amar que arrastra, que envuelve… Ojalá cada día seamos más como ellos y menos “ salvajes” como a veces alcanzamos a ser nosotros los seres humanos.
Los perros son remanso de paz para nuestra alma y sé que si pudieran hablar, nos cautivarían con el lenguaje más tierno jamás escuchado. ¡Vivan los perros siempre! Y que Dios y San Francisco de Asís siempre les proteja. No hay día que no rece por todos los perritos del mundo. ¡Simplemente, los amo!
*María Jesús, mamá de Paquito.