Perros, gatos, aves o cualquier otro animal que usted incorpore a su vida, necesita como prioridad una revisión del médico veterinario.
En todas las etapas es necesario conocer el estado de salud de quienes decidimos hacernos responsables desde el primer momento que nos involucramos con ellos. Independientemente de la situación en la que el animal llegó a su lado o quien se lo haya dado en adopción, vendido o regalado, buscar un médico de cabecera es prioritario para poder cumplir un programa sanitario preventivo, además de tener a quién acudir en caso de alguna dolencia.
Los animales no siempre muestran síntomas en los diversos procesos que pueden estar pasando, y sobre todo los exóticos y silvestres, que instintivamente solapan sus cuadros para no mostrar vulnerabilidad ante sus depredadores. La detección temprana de una enfermedad puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
En la actualidad, Panamá cuenta con tecnología avanzada en el área veterinaria, además de profesionales preparados con vocación de servicio y comprometidos con su trabajo.
Es vital que la comunicación con el médico que usted elija sea clara, fluida, agradable y sobre todo que se establezca un vínculo de confianza. No necesariamente el profesional que su vecina adora y recomienda es compatible con su carácter o cumple con las expectativas que usted tiene depositadas en un profesional de la salud.
En este campo, y tratándose de un tema tan sensible y donde están involucrados afectos, la interrelación que se genera entre el responsable del paciente y el doctor es tan importante como su capacidad profesional.
Es habitual que las personas salgan de una consulta y no sepan qué sucedió. Es su derecho y obligación preguntar todos los detalles, saber qué se está haciendo en la consulta y todo los porqué y los para qué; esto le dará tranquilidad y borrará cualquier fantasma o suposición, muchas veces, lejos de la realidad.
URGENCIAS MÉDICAS
Cuando un animal requiere de atención inmediata, ya sea por dolores extremos o riesgo de perder la vida, se considera una urgencia. Es lógico que las familias se asusten ante algunos síntomas que no pueden identificar y requieran de inmediato un médico veterinario, corriendo desesperados ante cuadros que en realidad podían esperar.
Se consideran urgencias las fracturas por golpes, atropellos o caídas, intoxicaciones, ingestión de objetos, cuadros gastrointestinales agudos, trastornos cardiorrespiratorios, entre otros.
No todas las clínicas poseen este servicio, algunas lo hacen entre horarios determinados y otras las 24 horas. Tenga en cuenta que las tarifas de urgencia son más altas que las regulares. Si su médico veterinario de cabecera no posee servicio de urgencias, pregúntele dónde acudir en caso de ser necesario.
La importancia de acudir a la consulta veterinaria
ESPECIALIZACIONES VETERINARIAS
Al igual que sucede en todas las profesiones, algunos veterinarios poseen “énfasis” en diferentes ramas. Cardiología, cirugía, traumatología, oftalmología, endocrinología y dermatología, son algunas de ellas.
Cuando se habla de “énfasis en” significa que el profesional enfocó su interés en un campo específico de la medicina veterinaria. Algunos médicos veterinarios consiguieron especialidades o maestrías fuera del país.
También hay quienes tienen preferencias en la utilización de productos naturales y homeopatía. Al igual que hace años, se practica en la medicina humana, en el área animal esta es un tendencia creciente y en constante desarrollo. Incluso, la llamada medicina holística, en la que se estudia al paciente como un todo, involucrando también los problemas psicológicos, es cada día más frecuente. En esta materia se utilizan terapias complementarias como la acupuntura, flores de Bach, laserterapia, etc.
Sea cual fuese el médico veterinario que usted prefiera, siga sus instrucciones al pie de la letra y jamás diga una verdad a medias por pena o falta de recursos económicos. No automedique ni haga diagnósticos basado en una información sacada de internet (que puede ser veraz o no), pero tal vez no corresponda a lo que el caso necesita. Esto puede incluso agravar la situación con un diagnóstico equivocado.