Muchos de los países del mundo fueron la cuna de diversas razas caninas. La mayoría de ellas tienen una frondosa historia que está emparentada con la cultura, la idiosincrasia, las conquistas e incluso las políticas del lugar donde fueron gestadas.

Aunque hay excepciones, los perros de raza nacieron de los estratos sociales y económicos más bajos y luego fueron adoptados por las clases altas. Irónicamente, con el paso del tiempo, se volvían inaccesibles para sus mismos creadores, ya que la gente de poder y dinero tomaba el control, hasta el punto de prohibirlas para quienes no gozaban de ciertos privilegios en la sociedad.

La mayoría de las razas nacieron ante la necesidad de animales trabajadores en diferentes utilidades y otros, los menos, solo para compañía. Algunos perros datan de cientos de años, pero la mayoría aparecieron alrededor de 1850.

Hay casos como el del bull dog francés originados en un país (Inglaterra), pero luego desarrollados en otros (Francia).

Los pasos a seguir para el reconocimiento de una raza canina no son sencillos y llevan muchos años de trabajo. Se requieren diferentes líneas de sangre, una población de varios cientos de ejemplares que marquen características comunes y tipicidad, registros locales comprobables y mucho más, para que luego la Federación Cinológica Internacional evalúe su incorporación a nivel provisional y posteriormente sea aceptada a título definitivo.

Como verán, nada sencillo. No es solo aparear un macho y una hembra, y es por eso que no todos los países del mundo cuentan con una raza canina representativa. Además de pasión y constancia, hay que tener un horizonte claro de lo que se está buscando, los medios para solventarlo y lo más importante, muchísimo conocimiento de genética para lograrlo.

LAS MÁS FAMOSAS

En las razas caninas también están las que solo tuvieron su minuto de fama y otras que ya se convirtieron en clásicos.

• Reino Unido. De aquí surgieron muchas estrellas que trascendieron las fronteras; el ‘bull dog’ inglés, ‘cocker’ inglés, ‘fox terrier’, ‘bull terrier’, ‘jack russell’, ‘beagle’, ‘yorkshire’, ‘scottish terrier’, pastor inglés, ‘whippet’, ‘border collie’, ‘golden retriever’, ‘pointer’ inglés y ‘setter’, entre muchos otros.

• Alemania. Con 40 razas en su haber y varios representantes por el mundo. El pastor alemán, ‘dobermann’, ‘rottweiler’, ‘boxer’, ‘schnauzer’, ‘dachshund’, ‘weimaraner’ y el gran danés, son los más conocidos.

• Francia. Tiene aproximadamente la misma cantidad que Alemania, pero los que se lograron internacionalizar con mayor relevancia son el caniche, ‘bull dog’ francés, ‘papillon’, ‘basset hound’ y dogo de Burdeos.

• Italia. El tan gustado maltés, el pequeño lebrel italiano y el imponente mastín napolitano.

• China. No ha sido de los países más proliferos, pero sí bastante exótico y contundente. De allí nació el pequinés, ‘shih tzu’, el pug, crestado chino, ‘shar pei’ y ‘chow chow’.

• Estados Unidos. Hizo lo suyo con el ‘boston terrier’, ‘cocker’ americano, ‘american bully’, ‘american staffordshire’, ‘husky’ siberiano, ‘alaskan malamute’, etc. Aunque algunas de estas razas tienen su médula genética en otras tierras, fue allí donde finalmente se establecieron sus estándares raciales y registros.

De los 34 países restantes de América, no son demasiadas las razas caninas reconocidas, aunque hay algunas muy queridas por la gente. El labrador ‘retriever’ de Canadá, el chihuahua y el xoloitzcuintle de México, ‘fila brasileiro’ de Brasil, el perro sin pelo de Perú, el cimarrón uruguayo, el dogo argentino y el pelón peruano, son los que en este grupo tienen la mayor representatividad mundial.

Recuerde, si opta elegir una raza canina como compañero, no lo haga solo por su estética, ya que no todos los perros son compatibles con todas las personas, climas y estilos de vida.