Mixila Arauz, comunicadora social de 60 años, siempre ha colaborado como voluntaria en jornadas de esterelización de la veterinaria Vetcon, del doctor Roberto Crespo, en ciudad de David, Chiriquí, donde ella vive.
Cuando en las redes de la veterinaria anunciaron que harían una gira a Tierras Altas para atender a las mascotas de las personas afectadas por el desastre natural, ella se apuntó.
El sábado 7 de noviembre en la tarde se reunieron para clasificar los alimentos para gatos y perros. Era un equipo de 16 personas. Cada empaque de alimento se desinfectaba. El domingo se trasladaron a Bambito, una de las áreas afectadas.
Se encontraron mascotas deambulando solas, otras que, al oler las bolsas de comida, salían de las casas que estaban desoladas. Encontraron animalitos decaídos, que no querían comer o que buscaban a sus dueños. Se le dio atención veterinaria a 50 animales tanto en Bambito como en Cerro Puntas, gracias al doctor Crespo y al doctor Noriel Espinosa que también acudió a la gira.
Por los animalitos en Bambito y Soloy, afectados por el huracán Eta
La misma comunidad les decía que en algunos cerros, que podían llegar sin riesgos, habían personas con mascotas y que probablemente no tenían alimentos. Los compañeros más jóvenes iban hasta esta área y dejaban bolsas de comida.
Se encontraron con algunas voluntarios de la Cruz Roja que también le estaban dando alimentos a los animales afectados y lograron llevar bolsas de comida al centro de acopio en Volcán.
Se distribuyó en total 376 bolsas de alimentos entre gatos y perros. Regresaron a ciudad de David el domingo a las 7 de la noche. “Me sentí un poco emotiva, porque no es fácil ver que estar en el área”, comenta Mixila. Era la primera vez que participaba en una gira como esta. Otro grupo, en días diferentes, también llevó bolsas de comida para animales hasta Puerto Armuelles y Boquete.
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Mauren Portilla vive en David y tiene una fundación llamada Ángeles con Colitas. También se organizó para recibir donaciones para las mascotas afectadas en Tierras Altas. Junto a tres voluntarios se trasladó el martes 10 de noviembre hasta la comunidad de Soloy para llevar bolsas de comidas a perros y gatos. “El trabajo no es fácil, trasladarse a estos lugares, pero es muy gratificante poder prestar un poquito de ayuda”, expresa sobre su experiencia. El jueves 12 hizo lo mismo en Puerto Armuelles.