Hasta hace un par de días, el grupo de black metal Marduk era desconocido para la mayoría de los panameños, pero se ha convertido en tema de controversia en redes sociales. Autodenominada como “la banda más blasfema de la historia”, esta agrupación sueca, fundada en 1990, tiene planeado presentarse en Panamá el próximo 6 de octubre en Hangar 18, en urbanización Los Angeles.
Con un llamado a los “panameños con principios y valores cristianos” Christian Almengor, usuario de www.change.org, está recolectando firmas para evitar que la agrupación se presente en el istmo. La petición lleva más de 22 mil firmas de las 25 mil que busca obtener.
En otros países de Latinoamérica, como Colombia, Ecuador y México, la banda también provocó rechazo. “No permitamos que la banda satánica y blasfema Marduk ofenda a Jesús y nos traiga maldición envenenando a los jóvenes con el satanismo”, expresó el concejal de Bogotá, Marco Fidel Ramírez.
En esta ciudad, la Secretaría de Gobierno clausuró por 10 días el establecimiento donde se tenía pautado realizar el concierto el próximo 5 de octubre. Miguel Uribe Turbay, secretario de Gobierno de Bogotá, explicó que la medida se debe a que el lugar “no tenía pago de derechos de autor, concepto de la Sub Red Norte de Salud, concepto de Bomberos”.
Por su parte, monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, también se ha manifestado en contra de la presentación de la banda, alegando que va en contra del mensaje positivo que han tratado de lograr para la Jornada Mundial de la Juventud.
¿Quiénes son realmente?
Marduk es una banda black metal, subgénero que nació del heavy metal a mediados de los años 60, que tomó su nombre de una antigua deidad de mesopotamia.
Su guitarrista Morgan Håkansson ha afirmado que para ellos el concepto blasfemo hace referencia a lo que están tratando de hacer dentro del género. “Intentamos llevar nuestra música un paso más allá, darle una nueva dirección, inyectando nuestra energía y ver a dónde nos lleva”.
La banda ha publicado 14 álbumes, con letras que abarcan desde sucesos históricos como las guerras, culturas antiguas y un explícito rechazo a la religión cristiana. Sumado a esto, se les ha acusado de tener afinidades fascista.
Jean Paul, organizador de la presentación del grupo en Panamá, expresó a través de sus redes sociales que en este tipo de eventos “hay una convivencia de hermandad por un género de música que nos gusta. No hay armas, ni violencia”. También desmintió algunos rumores como la posibilidad de que haya sacrificios de animales en tarima. “La banda hace un performance. Incluye maquillaje y demás. Es un show donde, una vez ellos terminen, siguen su vida como usted y yo”, compartió en sus redes.
La panameña Margot García, quien planea asistir al concierto, criticó el hecho de que haya una petición para recaudar firmas para prohibir una actividad que es privada “la cual se gestiona con dinero de los asistentes, y no del Gobierno”.