La primera vez que fui a entrevistar a Hélène Breebaart me recomendaron ir sin prisa. La diseñadora francesa más panameña incorporaba la mola en sus creaciones y pintaba sobre tela, generalmente, elementos de la naturaleza.

Modelos de pasarela y primeras damas lucieron sus diseños. Cuando la viróloga Sandra López de Verges ganó una beca en el Laboratorio Galveston de Texas, para investigar sobre el dengue y la encefalitis equina, vistió para la premiación un traje de Hélène por sus diseños de mola.

Hélène era, además, una excelente anfitriona. Te recibía en su casa y no quería dejarte ir. Siempre recibía a viajeros; alguien les había dicho ‘tienes que conocer a Hélène‘, también apoyó a jóvenes promesas del diseño. En su atelier compré un libro sobre la construcción del Canal Francés. Ella había dado el espacio para que el autor los vendiera allí.

Para la revista Ellas siempre tuvo un ‘sí’. Apoyó nuestros proyectos, y llamaba para agradecer cada entrevista o mención. Lo hacía, también, a través de Consuelo, su mano derecha. Este viernes, al saber de su fallecimiento nuestro deber era compartir la noticia. Nos hemos puesto a buscar sus fotos y entrevistas. Gracias Hélène por dejarnos tanta belleza en tus diseños y en tu trato.