Kim Kardashian lo hace de nuevo. A la gala del Met, celebrada el lunes 2 de mayo en el Museo Metropolitanos de Arte de Nueva York (Met), la empresaria usó el vestido que Marilyn Monroe vistió hace 60 años para cantarle Happy Birthday, Mr. President al mandatario estadounidense John F. Kennedy, en mayo de 1962.

El vestido, ahora valorado en 5 millones de dólares, fue usado por Monroe durante una cena benéfica en el Madison Square Garden, de Nueva York. Esa noche, cantó una de las versiones más famosas de la canción para felicitar al presidente por sus 45 años.

La pieza es un diseño ceñido, de los primeros de Bob Mackie, que cuenta con 2 mil 500 rhinestones. Kim Kardashian lo ha sacado del museo de Ripley’s para llevarlo en un espectacular momento (y con cabello rubio platinado) en la gala del Met.

“Tuve que bajar 16 libras en tres semanas para poder usar hoy este vestido”, ha dicho la empresaria en entrevista a Vogue. “La idea realmente se me ocurrió después de la gala en septiembre del año pasado. Me pregunté ‘¿qué hubiera hecho yo por el tema americano si no hubiera sido el look de Balenciaga? ¿Qué es lo más americano que se te ocurre? Y esa es Marilyn Monroe'”, dijo Kardashian.

Vogue cuenta que el diseño transparentado, con espalda abierta y ajustado de Bob Mackie causó disrupción hace 60 años, cuando este tipo de vestido era considerado demasiado atrevido.

Se dice que Marilyn pagó mil 400 dólares por el traje. En 2016, fue subastado por 4.8 millones de dólares por  la casa Julien’s Auctions y luego fue adquirido por el Museo de Ripley’s Believe It Or Not. Hasta el momento, el vestido mantiene el record de la pieza de vestir más cara adquirida en una subasta.

Del museo a la gala del Met: La historia del vestido de Marilyn Monroe que Kim Kardashian usó

Del museo a la gala del Met: La historia del vestido de Marilyn Monroe que Kim Kardashian usó

Este traje no había sido usado por nadie más aparte de Marilyn Monroe. Cuando Kim pudo ponerse en contacto con Ripley’s, el museo le permitió usar una replica exacta para medírselo. Le quedó perfecto. Sin embargo, tres semanas antes de la gala pudo medirse el traje original (tuvo que usar guantes para tocarlo) y la realidad fue distinta: el vestido era muy pequeño.

Como el traje no podía alterarse, Kardashian decidió ser ella quien se adaptara al vestido. Con supervisión, entró en una dieta estricta y la noche del primer lunes de mayo, fue la última celebridad en subir por las escalinatas del Met y lo hizo luciendo el traje más cotizado de la historia de Hollywood.

Del museo a la gala del Met: La historia del vestido de Marilyn Monroe que Kim Kardashian usó

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