Cientos de cubrebocas se convirtieron en pétalos de Smeraldo, una flor ficticia perteneciente a la leyenda italiana ‘La citta di Smeraldo’ que trata sobre el amor propio, de la aceptación de quién y cómo somos.
La banda de pop surcoreano BTS se basó en esta leyenda para su canción ‘The Truth Untold’ y con ello, la estudiante Mavy Tarazón se inspiró para la elaboración de un vestido cóctel, de tirantes y falda voluminosa, para presentar en la universidad.
Modelo: Genesis Zúgaro, estudiante de segundo año de Diseño de Moda de la Universidad de Panamá. Fotografía. Alexander Arosemena.
Mavy cosió a mano alrededor de 150 mascarillas para crear las 30 flores que se incluyen en la pieza. También utilizó bolsas reutilizables de supermercado, carrizos y alambres, plástico y luces para resaltar las flores, que son los elementos principales del diseño.
En entrevista a ‘Ellas’, la diseñadora contó que el trabajo manual que conlleva la confección del traje fue la parte más difícil; la elaboración de un vestido con estos materiales no convencionales solo podía ser posible si se trataban a mano. “A cada cubreboca le tuve que extraer el alambre sujetador que tiene en el área de la nariz, luego planchar las piezas y volverlas a coser a mano”.
Mavy Tarazón, diseñadora, cosió a mano alrededor de 150 mascarillas para crear las 30 flores de su traje. Fotografía. Alexander Arosemena.
Para la joven creadora, la moda sostenible no sólo le suma al planeta y a la sociedad, también a una marca. “Hace poco vi la última temporada del ‘Next in Fashion’, en Netflix, donde se trabajó mucho el ‘patchwork’; incluso, uno de los participantes de la competencia realizó todos sus trabajos en esa temporada con esta técnica que reutiliza retazos de diferentes telas. El ‘denim’ es un material muy contaminante por su producción masiva; la seda, de origen animal, tampoco es un insumo sustentable. Pienso que las marcas pueden aportar, aunque sea un poco, reciclando y utilizando este tipo de materiales no convencionales en sus creaciones”, opina.