La pose de su calzado Chanel en el borde de una mesa de madera en una habitación del hotel American Trade le dio enseguida la idea para una fotografía. No dudó en sacar su teléfono celular y capturar esa composición iluminada por la luz natural que entraba desde un gran ventanal. La imagen podría compartirla más tarde en su cuenta de Instagram o servirle como contenido para otra ocasión.

Nane Miller es una bloguera costarricense que ha vivido y trabajado en Nueva York. Su blog aún no cumple el año y ella no alcanza los 25, pero es una chica consciente de su función. Cautelosa con lo que publica.

Antes de comenzar con su plataforma mantenía privadas sus cuentas de Instagram y Facebook. Como cualquier joven de su edad, tenía fotos con amigos, las cuales solo compartía con un número limitado de personas. Cuando se embarcó en su proyecto borró esas fotos. Adaptó sus cuentas en estas redes sociales para hacerlas públicas.

A través de su blog quería mostrar a una mujer latina identificada con su cultura y que ha vivido fuera de su país. Publica temas de moda y belleza, así como de estilo de vida, todo consciente de su audiencia: una mujer latina como ella.

Mantiene ciertos aspectos en privado. Por ejemplo, las personas que la rodean o su familia. Ellos no tienen por qué ser exhibidos ante los más de 50 mil seguidores que tiene en su cuenta de Instagram. Lo hace por respeto hacia ellos.

Nane Miller, ‘role model’ a conciencia

Le gusta el maquillaje, los zapatos y las selfis. No comparte fotos en ropa interior ni en vestido de baño; que se vean muy sexis. Está consciente de las personas que la siguen, chicas, adolescentes que pueden ser fácilmente influenciadas, por eso cuida lo que puede transmitirles. No quiere ser un mal ejemplo para ellas.

Recalca que lo más importante de ser una bloguera es la responsabilidad que se tiene ante el público “y que a veces a las personas se les olvida”. Chicas de 14 años le escriben con preguntas o situaciones muy personales buscando su respuesta. Ella, por supuesto, les responde. “Si vas a ser figura pública y vas a estar accesible para las personas, todo lo que haces va a tener una consecuencia”.

Un trabajo con mucha organización. En su blog y sus redes sociales comparte fotografías de sus atuendos; en vestidos, tacones, ‘t-shirts’, ‘jeans’, chaquetas, zapatillas. Una mujer multifacética. “Es muy importante para mí no sentirme restringida en cuanto a  estilo o a mi manera de vestir. Es como una corazonada, lo que se sienta bien. No pienso que tenga que presentar una imagen de mí misma, siento que soy más que eso”.

Maneja su blog en compañía de un programador, Roberto Delgado, de Costa Rica, donde ella actualmente reside. Con él prepara los vlogs en Youtube donde hace una recopilación mensual de su vida.

Trabaja con distintos fotógrafos de varias latitudes de Latinoamérica; varios costarricenses, unos de Guatemala, otros de El Salvador, de Panamá, y hasta uno de Nueva York que trabaja para la revista Vogue.

Esta fórmula le permite lograr fotografías diferentes desde otro punto de vista. “Me gusta darles un lugar donde ellos puedan exponer su trabajo y como ellos me ven a mí”. Antes de fotografiarla la conocen. Saben los esquemas de colores que  utiliza.

Desde que empezó su blog Nane compró una agenda. Trata de levantarse a la misma hora todos los días y hacer una planificación. “Cuando tienes un blog es a toda hora, todos los días, no hay como un ‘break’, es bueno fijar tu propio horario”. Lo que más disfruta, y a la vez lo más difícil, es acudir a los eventos. Debe asistir, tomar las fotos y contar cómo estuvo.

Hay cierta planificación en los contenidos, pero acota que siempre busca que el blog refleje quién es ella de la manera más real posible. Por ello puede mezclar fotos con el celular (como la que tomó esa mañana en que se hizo esta entrevista) o fotos más planificadas tomadas semanas antes.

Nane Miller, ‘role model’ a conciencia