Es muy común ver empresas que han implementado el código “business casual” o casual de negocios en sus políticas internas, tratando de transmitir una esencia más relajada, sobre todo en ambientes creativos, como las agencias de publicidad o centros de servicio.

Este código debe adaptarse al clima, puesto de trabajo y hasta al entorno en el que nos desenvolvemos, ya que tiene límites.

Debemos entender que se trata más de hacer negocios que de ir casual. Significa vestir de forma cómoda pero profesional, buscando proyectar una imagen ejecutiva que inspire cercanía y accesibilidad.

Tus aliados son las blusas con mangas, los pantalones de vestir, los zapatos bajos cerrados. Para reuniones, el blazer es una opción ganadora, así como también un vestido en corte A, el cual favorece a todo tipo de cuerpos.

No te arriesgues con:

– Blusas de tiras u hombros al descubierto. – Mini faldas, jeans rotos, leggins. – Escotes pronunciados. – Uñas extralargas, cabello mojado, maquillaje exagerado.

¿Vestimenta casual a la oficina?

¿Vestimenta casual a la oficina?

Recordemos que el cometido es vernos profesional, por lo que ropa con lentejuelas o estampados alegóricos quedan fuera del entorno de trabajo, así como también los vestidos de fiesta.

Los jeans solo están permitidos si así lo indica el código de la empresa. Generalmente se usan los viernes y estos deben ser en tonos oscuros y no apretados ni rotos.

En cuanto a los accesorios, las carteras no deben ser clutch, de tela ni material sintético o diseños deportivos, sino de una estructura fuerte y tamaño mediano.

Los zapatos deben ser cerrados, no se ven bien las sandalias abiertas, zapatillas o chancletas.

Nuestra imagen dice mucho; es por eso que sea cual sea el medio en el que ejerzamos, debemos proyectar una imagen profesional.