El Vaticano, Versace y Vogue unen fuerzas para mostrar la influencia católica en la moda. El ministro de cultura de El Vaticano acompañó a Donatella Versace y Anna Wintour de Vogue para ofrecer un vistazo a las hermosas vestimentas litúrgicas del Vaticano, como mitras adornadas con joyas y tiaras papales históricas, que protagonizarán una exposición de primavera en el Museo Metropolitano de Arte en Nueva York.
“Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination” (Cuerpos celestiales: la moda y la imaginación católica) se inaugura el 10 de mayo y es la exposición más amplia del Instituto del Vestido del museo, señalaron autoridades. También es la primera vez que algunos de los tesoros más preciados del Vaticano, provenientes de la sacristía de la Capilla Sixtina, serán presentados fuera de la Santa Sede.
Junto con los tesoros papales, la exposición en el Met incluye piezas para mortales más ordinarios de diseñadores que van de Azzedine Alia a Vivienne Westwood, acompañadas de piezas de colecciones medievales y religiosas. “Algunos considerarían la moda un medio inadecuado o poco apropiado mediante el cual involucrarse con ideas de lo sagrado o de lo divino”, dijo el curador Andrew Bolton al público compuesto de adictos a la moda romanos y periodistas. “Pero el vestido es básico para cualquier debate sobre religión. Afirma lealtades religiosas y, por extensión, afirma diferencias religiosas”.
Vaticano, Versace y ‘Vogue’ muestran la influencia católica en la moda
Vaticano, Versace y ‘Vogue’ muestran la influencia católica en la moda
La exposición de unas 40 vestimentas del Vaticano y accesorios que abarcan 15 papados se dividirá en las diversas galerías del Met así como en el museo de arte medieval The Met Cloisters en Manhattan, en lo que los organizadores calificaron como una “peregrinación” que mezcla moda, fe y arte.
Con la música de Ennio Morricone para The Mission en el fondo, los visitantes pudieron ver una pequeña muestra de los tesoros que enviará el Vaticano. Una capa de seda bordada con hilo de oro que alguna vez perteneció al papa Benedicto XV, y una mitra, el sombrero puntiagudo que usan los obispos, embellecida con esmeraldas, zafiros y diamantes del papa León XIII. Las piezas fueron presentadas en el Palazzo Colonna, una antigua residencia papal en el centro de Roma que es en sí una joya del barroco romano.
Con un vestido de túnica en terciopelo rojo y negro muy apropiado para la ocasión, Wintour, para quien un espacio en el Instituto del Vestido fue nombrado en su honor, dijo que la exposición muestra la influencia de los papados a lo largo de los años. “Parte del poder del iglesia ha sido cómo se ven y cómo se visten”, dijo la editora de Vogue. “Tienen una presencia extraordinaria”.
Ataviado con sotana, una cinta roja y su solideo (casquete) rojo, el cardenal Gianfranco Ravasi, ministro de Cultura del Vaticano, dijo al público en el Palazzo Colonna que vestirse es una necesidad pero también un acto profundamente simbólico que incluso fue registrado en la historia bíblica de Adán y Eva. “El mismo Dios estaba preocupado por vestir a sus criaturas”, dijo Ravasi.