Modelos con aire ‘zombi’ y cada vez más mujeres destacaron en la Fashion Week de Londres dedicada a las colecciones masculinas para primavera-verano 2020.

Modelos como muertos vivientes desfilan con andar sombrío y mirada vacía, lograda con lentillas de contacto blancas, al ritmo en vivo de la cantante británica Anna Calvi fue la desconcertante propuesta del label Art School, con una colección de ropa en blanco y negro.

Sus responsables, Eden Loweth y Tom Barratt -quien desfiló luciendo una prenda con estampado leopardo y sin tirantes- habían advertido: la colección cuenta con el “embrujo de dioses y deidades”.

Ángeles o demonios, los modelos lucieron amplias chaquetas desgarradas en la parte trasera o en brillantes vestidos de noche, evolucionando sobre tacones aguja. Prueba de que la fluidez de género es ya una tendencia establecida, cada vez son más las mujeres que se mezclan con hombres en las pasarelas y se desvanece la frontera entre los estilos masculino y femenino.

“No creo que sea moderno decirle a la gente qué ponerse, es a la gente elegir”, señaló Edward Crutchley, estrella emergente de la moda británica, tras su desfile. En su vestuario, “nunca hay una pieza diseñada para hombre o mujer, no está específicamente vinculado al género”.

Crutchley propone pantalones altos a nivel de cintura y redondeados en las caderas, camisas de satén livianas impresas con flores o loros, con cierta extravagancia. “Quería algo bello, glamuroso y caro. Porque lo es…”, desliza el modisto.

Zombis y mujeres, momentos fuertes de la semana de la moda masculina de Londres

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Ya sea acompañando un abrigo de lana azul marino con mangas de satén púrpura de Alexander McQueen o un chándal amarillo o turquesa de Iceberg, las grandes zapatillas de suela gruesa que retrotraen a los años 1980 y 1990 se revelan como un accesorio imprescindible. Para el confort, la irlandesa Robyn Lynch, con el apoyo de la incubadora de talentos Fashion East, eligió enormes sandalias estilo Birkenstock (marca de calzado británica) que se llevan con calcetines.

La primavera-verano 2020 se parecerá a una puesta de sol en el mar. Naranja quemado, arena y azul marino son los colores emblemáticos del diseñador turco Husein Chalayan, que celebra sus 25 años de creación. Titulado Cuerpo poscolonial, su desfile explora la influencia de la colonización en las maneras de moverse y vestirse en Japón y Sudamérica, con ropa amplia en lino o algodón rayado, que buscan ser prácticas y ponibles.

Naranja quemado y verde azulado son también los colores elegidos por Oliver Spencer, inspirado en el ambiente de los mercados nocturnos de Hong Kong y en la obra maestra del director Wong Kar Wai, el filme In the mood for love (Deseando amor en español).

El hombre de la primavera-verano 2020 es un “viajero, que aprecia mucho el lino, el algodón ‘bio’, está preocupado por el medio ambiente y quiere gastar en ropa bonita”, dijo a la AFP el creador, verdadero apóstol de un ‘chic casual’ típicamente británico.

Un chándal negro, chic y fluido, grandes zapatillas con suelas en Vibram (goma gruesa), cadenas alrededor del cuello y en las orejas: es el look “gótico deportivo” de Iceberg.

La moda deportiva también se reinventa para Saul Nash, diseñador y bailarín del noreste de Londres quien debutó en la Fashion week también con apoyo de Fashion East. Ha concebido una colección inspirada en su pasión, optando por tejidos ‘técnicos’ y formas amplias que permiten la libertad de movimiento, en tonos arena, gris claro o menta pálida.