A mediados de 1971 siete estudiantes del tercer año de secundaria en comercio en la Academia Santa María de la ciudad de Colón, nos reunimos con el hermano Basilio Estrada (q.e.p.d.), director del Colegio San José La Salle de Colón. Nuestra solicitud, que hoy parece muy sencilla, era ser aceptadas en ese colegio para obtener el bachiller en ciencias y letras.

Él aceptó. Se iniciaron los trámites y reuniones con la Asociación de Colegios Católicos y el Ministerio de Educación. Así fue como en abril de 1972 ingresamos por primera vez doce damas al cuarto año, y un grupo de niñas en el kinder.

El 18 de diciembre de 1974 diez damas y 42 varones se graduaban en el Colegio San José. La primera promoción mixta de La Salle en Colón, colegio que había sido exclusivo de varones. En 2024 cumplimos 50 años de graduación.

Más promociones mixtas

Otros colegios católicos se sumaron al cambio. El Javier admitió niñas desde 1975, y su primera graduación mixta fue en 1986; La Salle en 1976 y su primera promoción mixta fue en 1988 bajo la dirección del hermano Pascual (q.e.p.d.); el Colegio San Agustín graduó su primera promoción mixta en 1989. Los colegios católicos solo de mujeres también admitieron varones: la Academia Santa María de Colón aceptó varones en 1980 e incluyó el Bachiller en Ciencias y Letras; María Inmaculada en la ciudad de Panamá ingresó varones en 2000, graduó el primer grupo mixto en 2003. Las Esclavas en 2019 matricula varones en maternal, cumpliendo este año con un ingreso de varones hasta 6to año.

Las nuevas alumnas

Nosotras hasta entonces habíamos sido preparadas para un bachiller en comercio que te preparaba para salir a trabajar enseguida, pero limitaba tus opciones universitarias.

Hubo quienes se opusieron, pero a pesar de todo rompimos paradigmas. Aplaudo a las valientes compañeras: Florita, Diana, Esther, Geraldine, Leysis, Mónica, Nancy, Pamela y Teresa. Sin el consentimiento y apoyo de nuestros padres no lo hubiéramos logrado.

Para nosotras y para ellos fue un reto. La primera semana, a la hora del recreo, nosotras permanecíamos en el pasillo cerca de la dirección y los muchachos nos veían desde el patio. Poco a poco nos integramos.

Pronto participamos en programas internos del colegio para cantar, declamar, teatro, juegos florales, semana científica y hasta formamos el equipo de voleibol dirigido por un lasallista de un año superior, Fernando Lay.

En noviembre, fiestas patrias, con las bandas de música y guerra se vivía un ambiente de mucha alegría. Nos integramos en el batallón de las mujeres y como batuteras. Al marchar por la avenida Bolívar los balcones de las casas se volcaban en aplausos. Orgullosos tocábamos nuestro himno: La Salle… La Salle, doquiera triunfará.

Memorias y anécdotas

Algunos compañeros, compañeras y profesores narran lo que el ingreso de las jóvenes al colegio significó para ellos:

Mónica Rangel: “Fue un reto pues el prestigio del colegio era de un alto nivel académico. Los conceptos de rectitud, honorabilidad, responsabilidad y servicio al prójimo que aprendí allí me han ayudado en mi carrera, tanto para entender materias en los primeros años de medicina, como para marcar mi camino en este apostolado que es la medicina”.

Teresa García: “Formar parte de ese primer grupo de mujeres, me permitió ser una profesional con igualdad de oportunidades. Su educación me ha dejado el más valioso legado”.

Florita Cabrera: “Fue una muy bonita experiencia, un sueño hecho realidad. Había que trabajar y estudiar muchísimo. Recibir una educación de calidad me permitió ser mejor persona y una profesional con éxito”.

Néstor Gálvez: “Cuando escuché la noticia de que habría chicas en el colegio sentí una mezcla de miedo y emoción. Era una oportunidad de interactuar con otras chicas fuera de la familia y vecindad. El primer día de clases fue una mezcla de esas emociones y curiosidad. Era claro que teníamos que adaptarnos y aprender para que pudiéramos encajar todos. Algunos encontraron amores y otros hicieron amistades que duran hasta hoy. Fue un período de formación y aprendizaje que impactó nuestra vida.

Marco Achurra: “El ingreso de mujeres al Colegio La Salle en Colón fue una de las mejores ideas, ya que esto promovió un mejor desarrollo psicosocial de ambos sexos”.

Profesor Teodoro Robinson (de inglés): “El ingreso de las muchachas fue muy significativo. Era hora de realizar un cambio positivo en la enseñanza Lasallista y se logró. Después de 50 años de la primera graduación mixta, sigo pensando que fue una idea muy acertada. Tuve la oportunidad de ser parte de esa promoción 1974 y todavía lo recuerdo con mucho amor”.

Hermano Eduardo Carretero (q.e.p.d.) indicó antes de fallecer: “Para mí fue mucha incertidumbre por el manejo que se daría en todo momento con las chicas”. “Cuando recibí la noticia sentí que perdíamos mucho terreno e independencia, porque nos limitaríamos por pena tal vez, en los deportes, y otras actividades a las que estábamos acostumbrados a manejar entre hombres de manera callejera. Nuestras actitudes tendrían que ser más consideradas tomando en cuenta a las muchachas. La realidad fue que se integraron muy bien y rápido; pronto todo era normal y tranquilo”.

Entre nuestros compañeros había algunos tímidos, otros muy extrovertidos, los había muy respetuosos y otros que resaltaban por ser divertidos. Ellos nos brindaron apoyo respeto y cariño. En nuestras reuniones anuales siempre hay hermandad y bellos recuerdos que nos hacen ser orgullosamente Lasallistas, siempre recordando que ‘entramos para aprender, salimos para servir’.

50 años de la primera promoción mixta de La Salle en Colón

50 años de la primera promoción mixta de La Salle en Colón

50 años de la primera promoción mixta de La Salle en Colón

Grupo de graduadas de la promoción 1974 del colegio La Salle en Colón.

50 años de la primera promoción mixta de La Salle en Colón

Celebración de los 40 años de graduados de la promoción 1974 del colegio La Salle en Colón.