Unos cinco meses le tomó a Nicolle Marie Vallarino hacer su libro Nicolina salydulce, el nombre de su negocio. “Es que yo soy súper acelerada, es parte de mi personalidad, lo tengo que reconocer”, me dijo entre risas. En este libro plasma sus recetas; algunas de familia y otras propias de su negocio que abrió hace poco más de 20 años.

También cuenta parte de su vida. Nicolle tiene atrofia muscular espinal (AME). No puede picar ni revolver una olla, pero ha tenido personas a su alrededor que le han dado la oportunidad de ser “sus manos” para que ella haga lo que le apasiona.

Casualmente en agosto, en el mes que lanza su libro, es el mes de la Concientización Mundial de la Atrofia Muscular Espinal. “A través de este libro descubrí que la discapacidad es un don. Es una manera de que las cosas te cuesten el doble, o el triple y que las valoras más, pero no te limita a poder hacerlas”.

‘Ni lo pienses’

Fue su cuñada la que a finales del año pasado, en pandemia, le propuso hacer un libro. “Es que tú tienes mucho que contar, tienes un montón de recetas, muchos años de experiencia, ¿por qué no haces un libro de cocina?”, le contó su cuñada. “Ni lo pienses, que no lo voy hacer, eso nunca ha estado entre mis planes”, le respondió Nicolle en confianza.

La pandemia siguió avanzando así como el encierro para personas que como Nicolle esperaban una vacuna y debían resguardarse más ante el riesgo de contraer Covid.

‘A través de este libro descubrí que la discapacidad es un don’

‘A través de este libro descubrí que la discapacidad es un don’

En febrero de este año recordó la idea de su cuñada. Salió de su cuarto y le contó a sus papás. La apoyaron de inmediato. Lo primero que pensó fue en los nombres de los capítulos, son seis: Familia, Palenque, Bambito, El Valle de Antón, Celebraciones y Nicolina salydulce. Cada uno son momentos y lugares importantes en su vida.

Luego pensó en las recetas que incluiría en cada capítulo.

En Familia, por ejemplo, están incluidos los platos que habitualmente se comen en reuniones de su familia más cercana (con su mamá, su papá, sus hermanos, sus sobrinos, su cuñada) y también escribe alguna anécdota o historia alrededor.

En Bambito están las recetas que comparte cuando viaja con su familia a Tierras Altas, así mismo en Palenque y El Valle de Antón. En Celebraciones incluyó a sus dos familias, la materna y la paterna, y lo que cada una impregnó en ella en la cocina. En el capítulo Nicolina salydulce se podrá leer sus experiencias en su cocina, con sus colaboradores y cómo ha cumplido sus sueños.

Gran parte de su comida está inspirada en su familia. “Mi mamá cocina delicioso, mi abuela materna cocinaba mucho, la familia de mi papá cocina también muy rico, entonces sentía que tenía todas esas influencias que quería plasmar en el libro”.

Más que un ‘product shot’

Nicolle no quería hacer el “clásico” libro de cocina, así que antes de que llegara la época lluviosa en Panamá -y una vez vacunada- armó un equipo de trabajo para trasladarse los fines de semana a cada uno de los lugares con lo que nombró cada capítulo para preparar una receta y fotografiar el plato en ese ambiente. Se trasladó con un fotógrafo, una food stylist, y su mano derecha María (de quien hablaremos más adelante), entre otros.

Hubo contratiempos. La food stylist no continuó y a una persona  le dio Covid. Fueron tres fines de semanas trabajando desde el viernes en la tarde hasta el domingo. En cada fin de semana se tomaron las fotos de los casi 30 platos. El libro se lanzó esta semana. Su cuñada escribió el prólogo.

‘A través de este libro descubrí que la discapacidad es un don’

‘A través de este libro descubrí que la discapacidad es un don’

La discapacidad está en la mente

Nicolle comenta en palabras sencillas lo que es AME: “es una enfermedad en la que no desarrollas tu capacidad muscular. Tienes todo igual que otra persona pero al no desarrollar esta capacidad, no te puedes movilizar y hacer las cosas típicas de otras personas”, explica.

Ella nació con esta enfermedad al igual que su hermana mayor. Nicolle es la menor de tres. Su hermano, el del medio, no la tiene.

Describe que cuenta con unos padres “maravillosos” que les enseñaron que el no, no existe. “Fuimos a la escuela regular, fuimos a la universidad, he disfrutado todo lo que he querido. Hay una discapacidad, hay ciertas cosas que te limitan, pero no te limita tu espíritu y siempre puedes seguir adelante”.

Continúa: “La discapacidad es algo que tienes en la mente y al final, la mente la dominas tú. Si al final tú estás dispuesto a sonreír todos los días, echarle ganas y a vivir… nada te limita”.

‘Mi mano derecha’

Se graduó de licenciada en Derecho, aunque en realidad siempre quiso ser chef. Desde niña le apasionaba la cocina.

Su papá prefirió que estudiara una carrera en la que él sintiera que ella no iba a depender de un tercero para salir adelante, algo más de escritorio. “Al final, en medio de mi carrera, empecé a vender comida. Así empezó mi negocio”.

‘A través de este libro descubrí que la discapacidad es un don’

‘A través de este libro descubrí que la discapacidad es un don’

‘A través de este libro descubrí que la discapacidad es un don’

‘A través de este libro descubrí que la discapacidad es un don’

Mientras estudiaba en la universidad en la noche, cocinaba en el día y empezó a tener pequeños pedidos entre amistades y familiares. “Cuando empecé a ver, ya tenía el negocio montado”.

María Martínez es su mano derecha, su mejor amiga. Empezaron juntas cocinando, “ella me prestó sus manos como quien dice”.

A María no le gustaba tanto la cocina, “lo hizo porque me tenía cariño”, cuenta Nicolle. Aprendieron juntas. La primera receta que hicieron fue un mousse de chocolate que le había pedido una amiga de su hermana para su jefa a quien le encantaba este postre. La receta que usaron era de la nana del papá de Nicolle. Poco a poco fueron adaptando recetas que existían con recetas suyas.

Ya son más de 20 años trabajando juntas.