Álvaro Testa y Zulay Rodríguez se conocieron gracias a Bismark, un fox terrier que lo acompañaba a él en una caminata. “Ella lo vio y se puso como a hablar con el perro”, recuerda él. Tiempo después se reencontraron y ella enseguida le preguntó: ‘¿dónde está tu perrito?’ Y así empezaron a conversar.
Ella lo invitó a un partido de fútbol en la universidad, donde ella jugaba. “Era muy buena”, dice él.
Tienen 25 años juntos y los perros siguen siendo parte importante de su vida. Durante esta entrevista, que fue en la casa de ambos, los perros en algún momento ladraron: Olaf, Fulvia y Harry que la candidata rescató de una alcantarilla en San Miguelito, iba a quedarse por dos semanas y ya lleva siete años. “Es el síndrome del nido vacío, estos perros son iguales que los niños pequeños, ya hasta se nos meten en la cama”. Ver programas de animales rescatados en National Geographic es una actividad que comparte con su esposo.
Álvaro Testa y Zulay Rodríguez en exclusiva para ELLAS. Fotografía. Alexander Arosemena.
Si le preguntan a él, lo mejor sería que su esposa no siguiera más en la política. A él le gustaría viajar, disfrutar a los nietos. Pero comprende que ella es así y no la va a cambiar.
“Ella me contó que siendo niña iba con su mamá, maestra, a manifestaciones pacíficas. Llevaba su megáfono hecho de cartulina. Eso es algo que está en ella”.
La candidata comenta que su esposo la apoya y la acompaña tanto en la política como en el rescate de perros.
Aunque su figura pública puede percibirse como enérgica y combativa, Zulay explica cómo su esposo, un hombre analítico y reflexivo, la ayuda a mantener la calma y la respalda en sus decisiones. “Aquí el 80% de las discusiones las gana él”.