Sí, Juan Diego Vásquez demostró desde niño la persona que sería de adulto. Curioso e inquieto; todo lo preguntaba. Si sus papás le llamaban la atención sobre algo él les respondía con un “¿por qué?”. Sus cuestionamientos no tenían fin.

Estas primeras anécdotas del Juan Diego Vásquez niño me las confirma su papá, el señor Jorge, cuando le pregunto si su hijo menor y diputado de la República era ese pequeño que todo lo debatía, tal y como lo vemos hoy.

“Siempre he sido inquieto, inquisidor, extrovertido, participativo”, responde el diputado independiente ante los recuerdos de su papá en esta entrevista para ELLAS, la primera que dan juntos a un medio de comunicación.

Jorge Vásquez, ingeniero electromecánico, llegó con suma puntualidad a esta cita. Lo acompañaba su esposa, la señora Rita Gutiérrez de Vásquez. Me sorprendió saber que solo horas antes, él había llegado a Panamá de un viaje de trabajo. Su hijo Juan Diego, abogado de 28 años, llegó poco después. Sus papás le llaman, simplemente, Juan.

Padre e hijo son muy parecidos. Lo noto mientras se encuentran frente a mí. Al avanzar en la conversación, veo que el parecido va más allá de los rasgos. Al escuchar hablar al señor Jorge, uno se acerca más al núcleo de esos principios que, como humano y líder político, han caracterizado a Juan Diego Vásquez desde que llegó a la Asamblea Nacional hace cinco años. Es quien es gracias al vivo ejemplo de sus padres y eso, se nota en persona.


‘Papá, quiero ser diputado’

‘Cuando uno está en la calle pasa a ser ‘el papá de Juan Diego’’

Juan Diego Vásquez y Jorge, su papá, en los estudios de Corporación La Prensa. Fotografía. Alexander Arosemena.

Que Juan Diego tenía buenas notas, pero que no se quedaba tranquilo y que hablaba mucho eran los comentarios, a modo de queja, que las maestras de la escuela primaria solían hacerle a su papá en cada entrega de boletín. “Él siempre ha sido así; que si no lo entiende o no está de acuerdo con algo, lo va a confrontar”, cuenta Jorge sobre su hijo. Con mucho esfuerzo, tomaron la decisión de buscar otra escuela para él. En el nuevo colegio esas quejas no llegaron más.

Las memorias favoritas de la infancia de Juan Diego junto a su papá lo llevan a los sábados en los que lo llevaba a él y a su hermano mayor, Jorge Luis, a su oficina. También recuerda las idas a comprar saus los viernes por la tarde a Camino Real, en San Antonio, lugar donde creció.

Jorge recuerda que le tomó por sorpresa cuando su hijo, de entonces 22 años, le dijo que se postularía a diputado. Juan Diego, por su parte, rememora que aunque venía madurando esa idea, al tomar la decisión de postularse la familia venía procesando el reciente fallecimiento de su abuela materna. Como en ese momento estaban pasando muchas cosas a la vez, cree que inicialmente sus padres no tomaron en serio que realmente se iba a postular.

‘Cuando uno está en la calle pasa a ser ‘el papá de Juan Diego’’

Jorge Vásquez con su hijo Juan Diego, recién nacido.

El diputado evoca el momento en el que entró a la habitación de ellos y les dijo, determinado: “yo voy a hacer esto, voy a llevar estos papeles al Tribunal Electoral, para que sepan”. Recuerda darse cuenta que sus padres, al escucharlo, no procesaron la noticia. “Quizá no hubo una reacción de asombro ni de preocupación porque en ese momento ellos no estaban pensando en eso. Pero después, como dice mi papá, no les quedó de otra y me apoyaron”, relata Juan Diego entre risas de su papá.

La labor de un padre nunca termina

Cuando le pregunto qué le dice la gente cuando se entera que él es el papá de Juan Diego Vásquez, el señor Jorge responde, de manera jocosa, que definitivamente ha perdido su identidad. “Es que cuando uno está en la calle pasa a ser ‘el papá de Juan Diego’. Hemos aprendido a lidiar con eso, somos gente muy sencilla”.

Como familia, mantener la distancia y aconsejarlo son formas esenciales para respaldar a su joven hijo diputado. Saben que el apoyo que él necesita de ellos es ese: el moral e incondicional. “A nosotros también nos ha tocado verlo llegar triste, cuando las cosas no salen como él quiere, cuando siente que la patria está sufriendo. Le decimos: ‘dale vuelta a la página y sigamos adelante’. No todas las batallas se pueden ganar, pero lo importante es que él las pelea todas”, dice Jorge. “Hemos aprendido que él, por ser quien es ahora, también se debe a la gente, se debe al pueblo y a toda esa gente que cree en esos valores y principios que de una forma u otra nosotros también sembramos en él”

‘Cuando uno está en la calle pasa a ser ‘el papá de Juan Diego’’

Juan Diego Vásquez y Jorge, su papá, en los estudios de Corporación La Prensa. Fotografía. Alexander Arosemena.

La parte que le gusta de tener un hijo en la política panameña es ver cómo ha llegado a ser parte de un relevo generacional. Juan Diego es un muchacho que con sus aciertos y con sus fallos, siempre piensa en el bienestar, dice su padre. Sobre eso, comparte una anécdota: “En los últimos tres años antes de graduarse de la secundaria, él era el presidente del salón y se trazó una meta que quizás mucha gente no entendió: él quería que todos sus compañeros se graduaran. Hubo muchos días que él no dormía en la casa y lo hacía para ir a ayudar a sus compañeros a estudiar para pasar los exámenes. Al final todos se graduaron. Eso habla de la convicción y de lo que él siempre está dispuesto a dar para que la gente salga adelante”

Lo que no le gusta de tener un hijo en la política es escuchar comentarios mal intencionados de la gente. Los Vásquez Gutiérrez son una familia de cristianos practicantes. Jorge y su esposa Rita lideran un movimiento a nivel nacional que da apoyo a parejas matrimoniales. Ellos están claros de los valores de su hijo.

Muchas personas en Panamá quieren ver a Juan Diego llegar a la presidencia de la República. Si se lo pregunto a su papá… “Estamos convencidos de que si esa es la voluntad de Dios, que se de esa posibilidad, que él tenga la anuencia de las personas […] si llegado el momento y la patria así se lo pide, él sabe que cuenta con nosotros”

‘Cuando uno está en la calle pasa a ser ‘el papá de Juan Diego’’

Juan Diego (sentado en el centro), con sus tíos, su papá Jorge (a la Der.) y su abuelo paterno Jorge Eliecer Vásquez Trujillo (a la Izq.) en una foto tomada en junio de 2019. Su abuelito falleció en 2021. Cortesía Familia Vásquez-Gutiérrez.

A los padres de otros jóvenes que quieren incursionar en la política panameña, Jorge les aconseja no dejarlos solos. “La labor de un padre nunca termina. Sé que él [Juan] siempre nos escucha; también sé que siempre toma sus decisiones”, opina.

Como padre, ha reflexionado que los hijos son prestados y que durante el tiempo que estén, de los papás depende enseñarles, darles herramientas que estén a su alcance y después, simplemente, verlos desarrollarse sin dejar de estar presentes para ellos. “Mi papá fue una persona que nos enseñó mucho”, comenta Jorge. “Siempre me decía ‘usted se arropa hasta donde le de la manta’. Nosotros hemos ido progresando, superando como personas, como profesionales. Hoy tenemos una mejor casa, mejores oportunidades y todo ha sido producto del esfuerzo. Eso mismo es lo que hemos tratado de enseñarle a Juan”.

‘Cuando uno está en la calle pasa a ser ‘el papá de Juan Diego’’

El señor Jorge Vásquez y la señora Rita Gutiérrez de Vásquez con sus dos hijos: Jorge Luis, el mayor, y Juan Diego. Cortesía Familia Vásquez-Gutiérrez.

‘Cuando uno está en la calle pasa a ser ‘el papá de Juan Diego’’

Jorge Luis y Juan Diego junto a su papá Jorge. El diputado es el menor de dos hermanos.

‘Cuando uno está en la calle pasa a ser ‘el papá de Juan Diego’’

Juan Diego Vásquez y Jorge, su papá, en los estudios de Corporación La Prensa. Fotografía. Alexander Arosemena.