¿Cómo nace en ti el interés por la aviación?
Estaba cursando el cuarto año de secundaria y mi prima estaba estudiando un técnico en licenciatura en Mecánica de Aviación. Entonces, cuando me gradué de sexto año, decidí estudiar la carrera de Técnico en Ingeniería Mecánica de Mantenimiento de Aeronaves con especialización en Motores y Fuselaje en la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP). Me inscribí específicamente en la Escuela de Aviación y Logística, que tiene un convenio con la Universidad Tecnológica, y es allí donde ofrecen todo lo relacionado con la carrera de aviación.
Para mi sorpresa, al aplicar para estudiar, descubrí que había un programa de becas disponible al cual apliqué, ganándome una beca completa de estudios a través del Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos (Ifarhu).
Ingresé a estudiar Ingeniería de Mantenimiento de Aeronaves con Especialización en Motores y Fuselaje en 2013. Me gradué en 2016. Ese mismo año obtuve mi licencia de mecánica de aviación; eso me abrió las puertas para trabajar en Copa Airlines a los 22 años.
Tu trayectoria en la aerolínea ha pasado por varias etapas
Durante mi trayectoria en Copa, siempre he recibido el respaldo necesario para avanzar en mi educación y desarrollo profesional. Comencé como asistente técnico, luego ascendí a mecánico clase C, posteriormente a mecánico clase B, y ahora ocupo el puesto de ingeniera de mantenimiento pesado.
¿Cuáles fueron tus mayores desafíos al ingresar a esta profesión?
He abrazado con determinación mi trayectoria aceptándola como un desafío que sirve de inspiración para otras mujeres, demostrando que realmente se puede alcanzar el éxito en este campo que tradicionalmente lo ven como un trabajo para hombres. Siempre he recibido apoyo y aliento tanto de mis compañeros como también de mis superiores. En Copa Airlines he podido ocupar puestos de liderazgo y formar parte de equipos de trabajo con personas de diversos perfiles, lo cual ha sido fundamental para mi crecimiento profesional y personal.
Uno de mis grandes retos fue en 2020 y 2021. Lideré el equipo encargado de las ventas de las aeronaves Embraer y las devoluciones de los aviones de alquiler. Esta experiencia, que fue difícil por el contexto en el que se vivía, me permitió demostrar mis habilidades lo que llevó a nuevas oportunidades. En 2021, surgió una necesidad de realizar mantenimientos de aeronaves en Costa Rica, y fui seleccionada para formar parte de un equipo especial para este fin.
Sé que iniciaste como asistente técnico y ahora eres ingeniera de mantenimiento pesado, ¿cómo fue ese proceso?
Cuando me inicié como técnica de mantenimiento, mi trabajo estaba más enfocado en tareas administrativas. Sin embargo, en mi avance hacia el rol de ingeniera de mantenimiento pesado en Copa Airlines, mis responsabilidades se han ampliado significativamente.
Ahora estoy involucrada en la gestión de capitalizaciones, que implica determinar el valor de una aeronave cuando se someta a un mantenimiento integral. Este proceso incluye evaluar cuánto aumentará el valor de la aeronave después del mantenimiento, así como planificar la depreciación a lo largo del tiempo.
En mi posición actual, también superviso el trabajo del equipo de mantenimiento para garantizar su eficiencia y calidad. Además, me aseguro de que se realice un seguimiento meticuloso de cada paso del proceso de mantenimiento para garantizar la confiabilidad y seguridad de la aeronave una vez que regresa al servicio.
Trabajar en un campo tradicionalmente dominado por hombres, ¿cómo ha sido tu experiencia?
He aprendido a aprovechar las oportunidades que se presentan y a buscar ayuda cuando la necesito. En muchas ocasiones, he contado con el apoyo de mis compañeros, tanto hombres como mujeres, quienes siempre están dispuestos a colaborar y compartir su experiencia. Nunca he sentido discriminación o falta de apoyo por parte de mis colegas hombres, lo cual me reconforta y me impulsa a seguir adelante. Es un trabajo
Por otro lado, es cierto que algunas personas, incluidos mis padres al principio, tenían dudas sobre mi elección de estudiar mecánica de aviación, no estaban muy de acuerdo, considerándola una profesión más asociada con los hombres. Sin embargo, su actitud ha cambiado con el tiempo, y ahora son los primeros en reconocer y apreciar mi camino y logros. Creo firmemente que las oportunidades están disponibles para todos, y aunque algunos puedan considerar que tuve suerte, creo que cada uno puede forjar su camino.
¿Cuáles son esas habilidades que consideras esenciales para el éxito en este campo?
Creo que mi capacidad para resolver problemas proviene de mi formación como ingeniera, respaldada por mi experiencia técnica.
Esta experiencia anterior facilita mucho las tareas cotidianas, como comprender las especificaciones de las partes o analizar aspectos financieros como la capitalización. Esta combinación de habilidades técnicas y capacidad para administrar eficazmente ha marcado la diferencia en mi desempeño.
Soy muy disciplinada y constante en mi trabajo; puedo recordar y hacer seguimiento de tareas incluso después de mucho tiempo, lo que resulta útil para mantener el progreso en proyectos a largo plazo.
En un entorno laboral donde la colaboración y la comunicación son esenciales, tener habilidades interpersonales es vital. Mi actitud positiva y mi disposición para interactuar con colegas de diferentes departamentos han contribuido significativamente a mi éxito en el trabajo en equipo y en la resolución efectiva de problemas.
Algún consejo que te hayan dado o que darías a otras mujeres interesadas en seguir una carrera en aviación
Déjame contarte algo que me marcó cuando comencé en este camino. Apenas llevaba unos meses cuando un supervisor me dijo algo que hasta hoy me resuena: “Beatriz, no te encasilles solo en la mecánica, estudia lo que te apasione y te pueda ayudar aquí si decides quedarte. Pero nunca dejes de aprender y soñar, nunca dejes que nadie te ponga límites”.
Siento que el poder de la mujer está en no rendirse. Eso me hizo reflexionar. A veces, tengo sueños enormes, y creo firmemente nuestro poder radica en seguir adelante, en buscar siempre más.
Al principio, mis padres no estaban muy convencidos de mi elección de estudiar mecánica. Pero con el tiempo, entendieron que era mi pasión. Quizás esa, a los 18 años, fue mi primera gran prueba, pero creo con toda seguridad que, si tenemos el valor y la determinación, podemos superar cualquier obstáculo.
A las mujeres que están dudosas de dar el paso en una carrera que no es tradicional para las mujeres: no se den por vencidas. Si tienen la oportunidad de estudiar y formarse, háganlo con todo el corazón. Es importante contar con el apoyo de la familia, pero también es crucial creer en una misma y perseguir los sueños con valentía.
* Suscríbete aquí al newsletter de tu revista Ellas y recíbelo todos los viernes.