A Demphra la rodea un aura de sirena. Cálida, magnética, caribeña. Tan ella.
La sonrisa que me dio al saludarme cuando llegó al estudio para esta entrevista fue la dosis de serenidad que necesitaba: Yo, su fan de siempre, esperaba con ansías el día en el que entrevistaría a la ‘Willa’ para ELLAS.
Llegó vestida completamente de negro, en un elegante atuendo de pantalón y camisa. Yo llevaba un enterizo del mismo color. Destino.
A lo largo de esta entrevista descubrí que cumplimos el mismo día (el 4 de mayo); que así como yo, le gusta sentirse ella misma, que prefiere no dar consejos de relaciones, que es trabajadora y dormilona cuando puede; que una ‘Willa’ no es la que “anda en locuras”, es la que está centrada en sus metas y en disfrutar la vida. Así es Demphra.

Foto por Yassell Chapman
De estudiante de finanzas a reguesera, ¿cómo fue dar ese paso inesperado?
Mi mamá siempre quiso que sus hijos tuvieran títulos, y esa era una de mis prioridades, pero siempre soñé con ser artista. Estudiando banca y finanzas se me dio la oportunidad. Escribía versos que se parecían a los que interpretaban los chicos para ese entonces. Toqué puertas y empecé a ejecutar los versos en los ritmos de reggae en español. Fue un salto drástico porque mi familia se preguntaba: “¿Dónde está la chica que estamos educando para que sea la gerente del banco?” Pero, gracias a Dios, la aceptación ha sido increíble.
Fuiste pionera en un género que en su momento era casi exclusivamente masculino
Tuve un poquito de miedo al inicio porque vengo de una familia con muchos valores; entonces sacar canciones como Ush y Tilín Tilín, y ver que muchas chicas se identificaban conmigo, fue un proceso.
Una ‘Willa’, ¿Se hace o nace?
Una ‘Willa’ es una mujer empoderada, que toma decisiones, que tiene claro hacia dónde va, que no se enfoca en la locura, es una mujer centrada.
Consejo para evitar involucrarnos con un ‘Tilín Tilín y nada de paleta’
Antes me habría atrevido a dar un consejo, pero hoy, con lo vivido, creo que a cada quien le toca vivir su experiencia. Me ha tocado ir buscando y buscando, así que lo único que les puedo decir es que vivan la vida y la disfruten al máximo.
¿Cuál de tus letras sientes que marcó un antes y un después?
Hay otro en mi vida. Trabajaba con la agrupación La Factoría, luego me vi como vocalista principal [...] ese fue el primer tema que interpreté. Forma parte de mí. Estaba viviendo esa experiencia también, porque acababa de terminar una relación desastrosa.
Sensual, urbana, poderosa. ¿Cómo has logrado mantenerte fiel a tu esencia?
Me gusta ser fiel a mí misma, a mis sentimientos, a lo que soy desde que nací. Soy una ‘Willa’, una mujer empoderada. Simplemente me veo en el espejo y digo: “Hoy me quiero ver así, hermosa. Hoy me quiero ver voluptuosa, hoy me quiero ver delgadita, ¿no ven cómo he bajado de peso? Me encanta ser como soy.

Foto por Yassell Chapman
El momento en el que te diste cuenta del impacto internacional de tu carrera
Cuando vi que el tema Perdóname, interpretado por Eddie Lover y por mí, llevaba más de 12 semanas como número 1 en México, donde el género urbano no entraba fácilmente, me hizo decir: “¡Wow, aquí está pasando algo!” Era algo a lo que no estaba acostumbrada y que solidificó la música panameña.
¿Cómo es Demphra cuando no está en el estudio ni en el escenario?
Como Marlene, me encanta disfrutar de la casa, cocinar, compartir con mis animales. Mi familia significa mucho. Llego corriendo a disfrutar con mis sobrinos. Soy de preparar sous, me encanta el poroto con rabito. Soy muy dormilona.
Naciste en República Dominicana, pero eres la diva de la música urbana de Panamá. ¿Cómo influye este país en tu identidad?
Como a los siete años empecé a escuchar la música de El General. Desde que estaba en República Dominicana empecé a amar a Panamá. Mi mamá, buscando nuevas oportunidades, vino a vivir aquí. Imagínate yo cantando “Muévelo, muévelo” y de repente mi mamá dice que nos veníamos a Panamá. Empecé a conocer la cultura, el hablado del panameño, y me enamoré de este país. Cuando interpreto mis temas a nivel internacional, levanto la bandera panameña. Voy a vivir aquí hasta mis últimos días.
