Emma nació a finales de mayo en su casa. Sus padres lo planificaron así desde el principio. No tenían manera de saber que su primogénita vendría al mundo en medio de una situación mundial extraordinaria.
Aixa Middleton, su mamá, es una atleta chitreana de 32 años. Posee el récord nacional y centroamericano de lanzamiento de disco y trabaja en la Autoridad del Canal de Panamá.
Las experiencias de alumbramientos hospitalarios que la mamá primeriza escuchaba de sus amistades -con cesáreas que no son estrictamente necesarias, inducciones de parto o procesos invasivos a la madre- no le parecían naturales. Le sorprendía que esas anécdotas fueran percibidas con normalidad. “Me dije que no quería vivir eso, que si las abuelas pudieron tener a sus hijos de forma natural, ¿por qué yo no podría?”, se cuestionó.
Hace cinco años, aún sin planes de tener hijos, Aixa empezó a investigar sobre partos y las opciones que más respetan el proceso de dar a luz. “Sé que el parto debe doler, pero hasta qué punto ese trauma debe extenderse. No quería recibir maltrato al momento de dar a luz”.
Aixa se informó sobre el parto humanizado, que la Unicef define como aquel donde se respetan los derechos de las madres, los niños y niñas, y sus familias en el momento del nacimiento. Por esto, cuando se enteró que estaba embarazada supo qué quería, cómo lo quería y a quienes acudir. Contactó a la pareja de médicos ginecólogos obstetras Graciela Anhel de Aybar y Rodrigo Aybar, quienes desde hace una década trabajan partos caseros en Panamá.
Emma nació en casa: historia de un parto casero durante la cuarentena
En su consultorio, ellos atendieron su citas de control desde el inicio del embarazo y eso le permitió saber si el parto en casa era viable. “Una puede querer algo, pero no siempre es posible”, cuenta. Por eso, siempre mantuvo opciones alternas: si los planes cambiaban y terminaba dado a luz en un hospital, contactó a una doctora con experiencia en partos humanizados en casa y que podía asistirle en la clínica.
La covid-19 llegó a Panamá dos meses antes del nacimiento de su bebé. Su temor de contagiarse incrementaba al pensar en las posibilidades de quedar en un hospital, donde creyó que a esas alturas de su embarazo, la práctica de una cesárea sería inminente.
Bienvenida a casa, Emma
Emma nació en casa: historia de un parto casero durante la cuarentena
Semanas antes del nacimiento, y tomando medidas de precaución, los doctores visitaron la casa de Aixa con el objetivo de tener todo planificado para ese día. Decidieron dónde se ubicaría la piscina, conocieron donde estaban las conexiones de agua, el sitio para calentar el agua y confirmaron la ubicación del hospital más cercano, entre otros detalles.
Los dolores de parto de Aixa empezaron a las 5:00 p.m. del día anterior al nacimiento. A la madrugada siguiente, ya eran muy intensos. Cuando los doctores llegaron a su casa, alrededor de las 9:00 a.m., Aixa tenía 7 centímetros de dilatación. Una hora después ya estaba dentro de la piscina. Emma nació a las 12:40 p.m. en la habitación de sus papás. Sus primeros segundos de vida los pasó en el pecho de su madre, iniciando tranquila la transición a su nuevo mundo y empezando la lactancia. Poco después fue el turno de Pedro, el papá, de tener contacto piel a piel con su hija.
Las abuelas estuvieron presentes. Ver un parto llevado a cabo de este modo era algo nuevo para ellas. “No confiaban mucho y tenían temor. Mi mamá dudaba. Dice que siempre he sido muy floja. Ella, que tuvo dos bebés, nunca había visto una placenta. Son momentos muy bonitos que no se pueden vivir en un hospital”.
Parto para la mamá en Pacora y para una primera dama
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Graciela Anhel de Aybar y Rodrigo Aybar son una pareja de médicos especializados en ginecología y obstetricia desde hace 30 años. Durante 27 años, el doctor Aybar trabajó en el Complejo Hospitalario Metropolitano de la Caja del Seguro Social y durante varios años estuvo a cargo de la sala de partos.
Desde hace diez años atienden partos en casa. “El parto es la culminación de un embarazo normal, de una mamá y bebé saludable. Ese es el caso del 90% de las madres. Solo el 10% de los embarazos necesitará una intervención”, comenta la doctora Graciela.
Los doctores ven la atención a los partos hospitalarios como una de excesivas intervenciones que no respetan el proceso natural del alumbramiento. Decirle a la madre que solo puede dar a luz acostada, colocarle una venoclisis, negarle alimento liviano, evitar que tenga a un acompañante o romperle la bolsa para que el parto avance más rápido son alguna de ellas.
Aseguran que debe seguirse el Protocolo de atención del parto en libre posición culturalmente adecuado del Ministerio de Salud, donde la madre expresa sus deseos y el personal hospitalario le permite elegir sus procesos.
La Organización Mundial de la Salud indica que el porcentaje recomendado de cesáreas por motivos médicos solo debe alcanzar el 15%. Sin embargo, según un estudio publicado en 2018 por la revista médica The Lancet, América Latina es la región con la tasa más alta de prácticas de cesáreas donde 44.3% de los nacimientos ocurren de ese modo.
En una década, los doctores Aybar han atendido 450 partos en casa, 50 de ellos de mamás con cesárea previa. Han recibido gemelos y tres bebés que vinieron de nalga. Han atendido a mamás en comunidades como Pacora, Santa Fé de Veraguas y Punta Pacífica. También han asistido partos internacionales, como en agosto de 2019 cuando recibieron a Leyla, la primera hija del presidente de El Salvador, Nayib Bukele y su esposa Gabriela Rodríguez.
Emma nació en casa: historia de un parto casero durante la cuarentena
Las mujeres con embarazos de bajo riesgo, que hayan llegado a los nueve meses y que tanto ellas como su bebé están saludables, pueden optar por un parto casero. Condiciones como preeclampsia, diabetes, enfermedades cardíacas, placenta previa, no permitirán dar a luz en casa.
La pareja de doctores solía realizar hasta cuatro partos caseros al mes. Desde que inició la pandemia, han llegado a atender hasta 12 nacimientos en casa en un mes. En este tiempo, también, han recibido peticiones de médicos interesados en aprender sobre partos en el domicilio. Los mensajes de solicitud de información que les llegan por sus cuentas de redes sociales también se incrementaron. “Me he pasado un día entero contestando mensajes de mujeres que tienen temor de ir a un hospital”, cuenta el ginecólogo.
Para los partos en casa, ellos acuden con instrumentos estériles, equipo de reanimación de recién nacido -que siempre debe estar disponible con un tanque de oxígeno-y máscaras.
La doctora Graciela indica que lo ideal para los partos sería que existieran centros de maternidad fuera de los hospitales, donde solo se atienden embarazos y partos. “Una mamá que va a dar a luz no es una mujer enferma, la atención debe ser distinta. Tenemos la esperanza que en el país se formen centros de maternidad donde las mamás puedan ir seguras de que no van a contraer alguna enfermedad”.