Al público que se encontraba esa mañana en el Centro de Convenciones de la Ciudad del Saber se le hizo una pregunta: ¿Quiénes aquí pertenecen a la primera ola del Canal de Empresarias? Alrededor de 20 manos se levantaron, seguidas de aplausos. ¿Y quiénes pertenecen a la última? El triple de manos subieron, acompañadas de voces de entusiasmo. Esto ocurrió en el encuentro que celebró a principios de agosto los 10 años de Canal de Empresarias, bajo el título Impactando, Desarrollando, Creciendo Juntas.

Nueve olas de generaciones han participado y se siguen reclutando. Aquella mañana hubo un panel de expertos que habló de emprendimiento femenino y la historia de este proyecto. Varias emprendedoras ofrecieron sus testimonios y al final hubo espacio para el networking.

¿Dónde están las emprendedoras?

Hace una década, uno de cada 10 emprendimientos que aplicaban a los programas del Centro de Innovación de Ciudad del Saber, pertenecía a una mujer. Las mujeres son el 50% de la población, pero no estaban aprovechando las mentorías y recursos para innovar que ofrecía el centro.

Para atraerlas nació el Canal de Empresarias, un proyecto de la Ciudad de Saber que entendió que las mujeres emprenden de manera diferente: entre el cuidado de la casa y los hijos, y es que equilibrar la distribución del trabajo de cuidados es un reto pendiente en la sociedad.

Además, ellas toman menos riesgos porque saben que perder dinero podría dejar a sus hijos sin comer o educarse.

Por otra parte, había entonces la idea de que un emprendedor era un joven blanco, urbano y especialista en tecnología.

Existe otra cara del emprendimiento: femenina, de diferentes edades, de distintas regiones y disruptivas no solo en tecnología.

Paso a paso

Canal de Empresarias funciona con un equipo liderado por la gerente de emprendimientos femenino y social de Ciudad del Saber, Larú Linares. La primera generación tuvo alrededor de 500 emprendedoras. Desde entonces, todas se han capacitado a través de una plataforma virtual, en módulos donde aprenden a identificar sus talentos, aplicar la creatividad y la innovación en sus productos, desarrollar un plan de negocios, gestionar su tiempo y a perder el miedo a las nuevas tecnologías.

Tales enseñanzas las reciben de mentores y mentoras voluntarias. Muchas participantes del programa se han convertido en mentoras. Uno de los aciertos del proyecto ha sido mezclar generaciones para tener una mentoría cruzada, que mezcla talento y regiones.

Mujeres que dirigen empresas de ciberseguridad, refugiadas que empezaron de cero un negocio, artesanas, reposteras, asesoras de viaje, especialistas en animación, agricultoras están entre las mujeres que han participado de Canal de Empresarias.