La hoja de vida de Cheryl Edison tiene una línea que invita a cualquier emprendedor a escucharla: Desarrolladora de negocios de Silicon Valley.
Durante la Semana Global del Emprendimiento en Panamá, Cheryl dictó varias conferencias y se reunió con emprendedoras, con el auspicio de la Ciudad del Saber, Cable Onda y su programa Conectadas.
En el hotel donde se estaba quedando, concedió esta entrevista, y contó que desde hace años trabaja con la Embajada de Estados Unidos y participa en semanas de emprendimiento, en diferentes partes del mundo. Pero, para su visita a Panamá por primera vez le pidieron que se reuniera con mujeres emprendedoras.
‘Este es un emprendedor’
Durante un almuerzo con periodistas, alguien de la embajada de Estados Unidos le devolvió sus anteojos extraviados. Los había encontrado el chofer de la embajada en el carro, pero además los había limpiado para que ella viera mejor.
“Esto es un ejemplo de lo que es una mentalidad de emprendedor”, nos dijo satisfecha Cheryl. “El empleado hace lo que le dicen que haga, un emprendedor mira qué se necesita y lo hace”.
A los 17 años de edad, ella empezó a trabajar. Su primera oportunidad le llegó de la mano de un empresario en España —de allí que habla el idioma español. Ayudó a abrir varias filiales del negocio de este empresario, en diferentes países. Cuando le encargaban una labor, ella la realizaba. Su respuesta nunca fue “Sí, pero…”, sino “Sí, y…”. Es su manera de decir que lo va a lograr.
Encanta a tu cliente para que tu negocio sea sostenible
“Tal vez porque nunca me puse a pensar que era difícil, solo lo hacía”, comenta.
Cheryl introdujo la marca Revlon en Puerto Rico y convirtió un mall en bancarrota en Gate 510, una innovadora comunidad que reunía artistas, compañías tecnológicas y emprendedores para colaborar juntos. Este modelo ha sido replicado en diferentes países.
Esta emprendedora —lo fue antes de que se popularizara el término— aún recuerda cuando llamaba a empresas para decirles: “¿Quiere poner sus productos en el internet?” y la respuesta del otro lado era: “¿inter qué?”. Escuchó a mucha gente decirle que eso no va a funcionar o no va a durar.
Sabe que la posibilidad del fracaso existe y ante ella recomienda no paralizarse. “Mira todo lo que haces como un experimento, mantente dispuesto a aprender de ello. Entrega tu corazón, pon lo mejor de tu mente y el resultado será auténtico, pero si pasa algo que no esperabas, inténtalo de nuevo”.
Asegura que los negocios son primero una relación y después una transacción. Al ofrecer un producto hay que interesar a los clientes, educarlos, engancharles y encantarles. “Uno sabe cuándo encanta”, dice. En esto último, muchos negocios fallan porque se concentran en vender más y no en fascinar a los clientes. Cheryl considera que primero hay que encantar a cien, incluso a diez personas. Esos enamorados del producto lo recomendarán como si fuera propio.
‘Entre más grande el problema, mejor el negocio’
Buscando una idea
“Los negocios que mejor funcionan parten de una necesidad o un problema tuyo”, comenta Cheryl Edison. Agrega: “Escoge un problema que te importe y que importe a la gente y al planeta”. Ella invita a mirar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidos. Quien ate un negocio a uno de esos problemas, hará crecer su negocio.