Dos horas después de aterrizar en el Aeropuerto de Tocumen, con su cabello hasta la cintura y usando la camiseta de una banda de música punk, la cantante panameña Diana Villamonte nos esperaba en el lobby de un hotel para conversar sobre su vida artística, su participación en el concurso de canto La Voz México, y sus anécdotas con Maluma, quien fue su entrenador durante el programa mexicano.
Un día después de esta entrevista, la panameña criada entre los barrios de Pedregal y Los Andes, cantó el himno nacional en el juego amistoso de fútbol entre Panamá y el País Vasco.
¿Cuál es tu primer recuerdo relacionado con la música?
Canto desde que tengo uso de razón. Apenas mi mamá salía, movía todos los muebles de la sala, me amarraba sábanas a la cintura como si fuesen una falda, y hacía un show. Una vez terminé de cantar y varios vecinitos estaban asomados en la ventana aplaudiendo.
Aparte de tu mamá, ¿qué otros miembros de tu familia cantan?
Todos. El primer cantante de mi familia fue mi bisabuelo materno. Somos esa clásica familia que se reúne a cantar karaoke y todos cantan bien. Hasta mi hermano de 10 años. Cuando él fue a visitarme a México lo invité a cantar una canción de The Jackson 5 dentro de mi show.
¿Cómo fue para ti crecer entre concursos musicales?
Divertido, pero mis compañeros de clases me hacían bullying por eso; así que en la escuela no participaba en actividades que involucraran canto. Pero apenas salía de clases me transformaba y me la pasaba cantando.
¿Pensaste en dedicarte a algo distinto a la música?
No. Pero si me preguntas si alguna vez he pensado en retirarme de la música, te respondería que sí. Recientemente me pasó y fue porque me cansé un poco. Te preguntas si todo el esfuerzo que estás haciendo vale la pena, porque estás dándole y dándole y no ves que pase algo exponencial. Son frustraciones, pero luego se me pasa.
Diana Villamonte: ‘He pensado retirarme de la música‘
Diana Villamonte: ‘He pensado retirarme de la música‘
¿Cómo definirías la industria musical en Panamá?
Hay más artistas panameños afuera y eso hace que otros se puedan dar a conocer. Se me hace bonito que todos tengan más oportunidades. Un artista le abre la puerta al otro.
Si pudieras mejorar algo, ¿qué sería?
Que la gente no sea tan envidiosa, que se apoyara más y que no fuera tan egocéntrica. Aquí la fama es más ego que otra cosa. Sales en la televisión haciendo cualquier tontería y ya eres famoso. La manera en que los artistas panameños ven la industria se me hace muy vacía, porque lo hacen solo por figurar en Instagram. Quisiera que vieran la música como un arte.
¿A qué le atribuirías el auge de los panameños en el género urbano?
A muchas cosas. El género urbano está en su apogeo, pero hay mucha gente haciendo ese tipo de música y no está pegada. Creo que la gente está perdiendo el miedo de hablar para hacer contactos. Todos están pidiendo oportunidades. Si tú no abres la boca para pedir un chance, no va a pasar nada.
¿Por qué tomaste la decisión de irte a vivir a México?
Estaba en una crisis. Yo canto desde chiquita, pero me daba cuenta de que bastaba con enseñar los cuadritos [abdominales] en televisión y ya eras famoso. Aquí no haría nada con mi música. Encontré por internet un trabajo en una empresa de tours en México en la que me darían una visa de trabajo. Pensé que con esa visa podía audicionar en La Voz México o en La Academia [otro concurso televisivo de canto]. En menos de una semana viajé y en ese empleo cantaba en shows temáticos.
¿Y cómo obtuviste un ‘show’ musical en Puerto Vallarta?
Hice contactos al llegar. Le hablaba a todos. Un día unos norteamericanos que me escucharon cantar se me acercaron y me ofrecieron actuar en el teatro The Red Room Cabaret. Tengo casi dos años ahí y hago tributos a Whitney Houston, Diana Ross, y canto música Motown.
¿Y cómo reaccionó tu mamá cuando supo que te mudarías?
Lo hablamos. Mi mamá y yo no podemos estar separadas. Ella me ha enseñado a hacer las cosas por mi cuenta. Puso en mí todo lo que quería ser como mujer y como artista.
Diana Villamonte: ‘He pensado retirarme de la música‘
¿Cuál fue la mayor lección que aprendiste de ‘La Voz México’?
Que si eres tú mismo y te sientes bien con tu esencia, a la gente le vas a gustar. Yo amaba a Maluma antes del programa y eso me ponía súper nerviosa. No sabía qué haría frente a todos estos artistas, pero me dije que no podía estar tan nerviosa ni perder esa oportunidad que podría cambiar mi vida. Decidí ser yo.
Natalia Jiménez me contó que pensó que ganarías ese concurso…
Siempre supe que no iba a ganar porque era extranjera. La gente reclamaba por qué había tantos extranjeros. Pero quería ser reconocida en México aunque no ganara.
¿Y qué aprendiste de tu ‘coach’ Maluma?
Él pareciera ser solo un sex symbol, pero es un hombre muy disciplinado. Si las cosas no empiezan a la hora, se pone histérico; es muy puntual.
¿Alguna anécdota curiosa con él?
Muchas. Una vez se me quebró una uña acrílica y ese dolor es terrible. El hombre formó un drama y hasta mandó a llamar a los paramédicos. Cuando hacían pausas en la grabación, llegaban cinco personas a arreglar mi cabello y él también. Siempre venía a peinarme.
Después del concurso, ¿qué oportunidades se te han presentado en México?
Después de una competencia como esa crees que todo va a cambiar y que tendrás a cinco disqueras queriendo grabarte. Eso no me sucedió. Sí, más gente me conocía y sí me llegaron oportunidades de cantar en eventos diplomáticos, y he viajado bastante dentro de México. Las experiencias valen la pena.
¿Qué proyectos tienes ahora?
Estoy haciendo audiciones en la ciudad de México y me ha ido muy bien. Estoy grabando mi canción El Pacto, que saldrá en julio junto al video musical.
Perfil:
Diana Villamonte tiene 23 años. Reside en Puerto Vallarta, México. En 2008 participó en el concurso infantil Canta Conmigo. Al año siguiente obtuvo el primer lugar en Proyecto Estrella 2009, una competencia nacional de canto. En 2014 ganó el campeonato mundial de karaoke, en Suecia. En 2018 ganó el segundo lugar del reality show La Voz México. En México es parte de un espectáculo musical en el teatro The Red Room Cabaret.