Min Chen siempre sintió pasión por las ciencias; llegó a Panamá a los cuatro años y no hablaba bien el español: la matemática era su escape en un colegio donde no entendía mucho. Adicionalmente, su padre era ingeniero y su madre le confeccionaba los juguetes. Creció admirando la habilidad de hacer cosas con las manos.
Lideró por tres años el grupo de mujeres en ingeniería en el El Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (IEEE), fue ahí donde surgió la iniciativa de desarrollar el programa STAR en Panamá. “Sentíamos que era un poco tarde para cambiarle la mentalidad a las mujeres de que la ciencia y la ingeniería son también para nosotras, el programa STAR busca minimizar el problema desde la raíz”.
Para Min Chen, la escasez de mujeres en el área de las ciencias surge desde la infancia. “La sociedad nos dice que eso no es para nosotras, si vas a la juguetería los juguetes están muy segmentados, para las niñas solo hay barbies y cocinas” comenta. “Uno crece con esos mensajes explícitos e implícitos de que ese mundo no es para ti. Y STAR busca resolver eso, por eso quise traerlo a Panamá”.
El programa fluyó sin muchas trabas. Min tenía conocimientos en administración de empresas ya que en el momento era dueña de una. “Reclutamos a 10 chicas y 10 chicos para que el mensaje fuera consistente. Las ciencias son para todos.”
Escogieron una escuela piloto a la que le hicieron tres visitas al año y los niños y niñas participaron en diversos experimentos “donde podían ensuciarse las manos”, comenta.
La panameña que busca involucrar a las niñas en las ciencias
La idea, si el presupuesto lo permite, es seguir incrementando el programa visitando más escuelas y reclutando más voluntarios a través de los años.
El espíritu determinado de Min Chen no es espontáneo; su familia pasó por numerosas crisis en China desde la Segunda Guerra Mundial y en Panamá fueron saqueados en el 89, cuando lo perdieron todo. “Gracias a mis padres aprendí que si tienes tus manos y tu mente puedes resurgir siempre”, declara Min con tono decidido.
Sus años escolares transcurrieron en Colón, hasta que se mudó a la capital para atender a la Universidad de Panamá y estudiar ingeniería informática. Tuvo una exitosa carrera, sin embargo, sentía frustración. “Me sentía como una bombera apagando fuegos de cosas que nunca se debieron hacer de esa manera en primer lugar”.
La panameña que busca involucrar a las niñas en las ciencias
Debido a esta frustración, cursó una maestría en Ingeniería de Software con una beca Fullbright. Regresó a Panamá e hizo su primera empresa, con la que asesora a empresas en temas de innovación, software y tecnología.
Recientemente fundó su segunda empresa, con la que busca cerrar esa brecha digital entre las pequeñas y grandes empresas en la economía digital; se trata de un juego de realidad aumentada llamado Interface.
Actualmente, Min Chen está nominada como una de las 20 finalistas a nivel mundial en el premio de la Cámara Junior.