Aún sin saberlo, La Leña que prende Madera, el último álbum de estudio de la agrupación panameña Señor Loop, terminaría de llegar a los fanáticos en un momento en el que música como la de ellos, de sonidos húmedos tropicales, se siente como tomar un té calmante en medio de la adversidad.
Desde su casa en Veracruz, Lilo Sánchez, guitarra y voz del grupo musical, vive el encierro entre las grabaciones remotas de la banda, instrumentos hasta en la cocina, sillas que no pueden moverse de lugar y las sonrisas de Natasha, Nadia y Nikolai, su esposa e hijos.
En entrevista vía Zoom nos comparte sus experiencias como papá y músico en cuarentena.
Empecemos por hablar del nombre de la banda Señor Loop, que es como muchos te dicen…
Es como mi pelea eterna. Me llaman Señor Loop, y debo explicar que no, que yo soy Lilo. Me paro a explicárselos a las señoras, los papás… Incluso hemos pensando en eso, que ojalá le hubiésemos puesto al grupo, qué se yo, Cacahuate o Gato Solo, algo que hablara más de un equipo. Surgió de un relajo, era un jefe imaginario que teníamos hace como mil millones de años. Iñaki Iberri [guitarra y teclados de la banda] tenía un estudio a finales de los noventa, entonces concentrarnos para trabajar era muy difícil, queríamos estar en la playa todo el tiempo. Nos inventamos al Señor Loop, quien era el que nos exigía cumplir con nuestras tareas.
Después de seis años, lanzaron un disco en noviembre de 2019, ¿cómo ha cambiado la promoción del mismo ahora, en pandemia?
Empezamos soltando dos sencillos entre cada seis u ochos semanas. Los estrenos fueron programados y sí se llevaron a cabo en las fechas. No hemos podido tocar, pero hemos hecho mucha promoción en Latinoamérica.
Íbamos poco a poco hablando de las dos canciones que salían y le pudimos dar más protagonismo a cada tema, a cada momento. Al final fue un proceso muy educativo, principalmente para las personas que no conocían a Señor Loop y eso dio sus frutos. No sacamos todo antes que empezara la pandemia, faltaba casi la mitad. Cuando llegó la cosa, seguimos sacando los sencillos y terminaron siendo parte de nuestra historia, también de la compañía y de la medicina de la gente para este momento.
Lilo Sánchez y sus hijos, cuarentena entre música y clases de primaria
En las Cuarentena sessions de Señor Loop, Iñaki toca con su bebé al lado, en el ‘play’ ¿cómo es grabar desde casa?
Ojalá mis niños estuvieran también en el play, ya ellos están a nivel de fechorías [sus hijos tienen 9 y 6 años]. Creo que vamos a poder mirar atrás años después y decir ‘wao, mira lo que hicimos en la casa’.
No ha sido fácil porque están pasando otras cosas en la casa y siempre es un poco estresante, pero creo que fue nuestra manera de adaptarnos. Al principio estábamos reacios a tocar o a cantar. Me parecía que el mundo se estaba acabando y me pedían que cantara. Pensaba ‘ey, están pasando más cosas importantes, eso [cantar], ¿pa’ que?’, pero luego entendí que no se trata de uno, sino de los efectos curativos que pueda tener la música. Regresamos a nuestra labor de soldados y a cantar.
Cuéntanos algunas anécdotas graciosas de grabar desde casa
¡Úfale! Hay de todo. Cuando estoy grabando le digo a Nikolai [su hijo de seis años], ‘por favor, no salgas, quédate en tu cuarto y me dice ‘ok’, pero luego sale corriendo diciendo ‘¡tengo hambre!’. Entonces al final, cada grabación que ves ahí, es como que ‘uff, la sobreviví’.
Lilo Sánchez y sus hijos, cuarentena entre música y clases de primaria
¿Cómo ha sido para tus niños tener a sus papás más tiempo en casa?
Estoy acostumbrado a estar en casa. Paso mucho tiempo con los niños. Ellos están acostumbrados a que cuando llegan están mamá y papá en casa o uno de los dos. Trabajamos mucho desde aquí, quizás eso no fue el shock, creo que lo más difícil para ellos ha sido no vivir su mundo y su vida: sus amigos, sus rutinas, sus ceremonias y sus cosas de la escuela. Ahora los he visto más quebrados. Al principio, quizás, como que nos les importaba tanto y estaban tranquilos, pero poco a poco veo que les afecta. No sé si sea el encierro, porque vivimos en un lugar con un patio gigante, ahora está mi hijo corriendo allá afuera; quizás es por la falta de socializar y relacionarse con otras personas. Ha sido difícil para todos.
Vi en Instagram que tu oficina y espacio artístico ahora son un cubículo de tercer grado de primaria
Tuvimos escuelita en el comedor por un tiempo, luego en el cuarto de Nikolai. Con Nadia, [su hija de nueve años] me funciona mejor estar en la oficina, que está un poco apartada de la casa y no se desconcentra tan fácilmente. Hemos tratado de hacer el esfuerzo de mantener la casa lo más cuerda posible y de no estar haciendo mucha locura porque eso termina afectándote más a ti. Soy muy obsesivo con la posición de las cosas, a veces soy algo como ‘esa silla no estaba ahí, no me la muevan de lugar porque sino, se me derrumba el mundo’. Entre eso y la necesidad de adaptarse, vamos buscando un balance.
Lilo Sánchez y sus hijos, cuarentena entre música y clases de primaria
Tratamos de mantener a los niños afuera del cuarto lo más que podamos, enamorarlos y decirles ‘ey, deja la televisión y vamos allá afuera, ven’, y salen, pero al rato vuelve y traba con la tele. Estamos en ese sube y baja. Tampoco puedes exigirle esa disciplina militar en estos tiempos porque al final están bastante reprimidos y encerrados. Entonces trato de respirar tres veces y no exigirles tanto. Intento ser lo más flexible posible y a la vez no, porque debe haber un balance.
Vivir rodeados de instrumentos musicales, ¿ha influido en ellos?
Son muy musicales, pero no es algo que se les habla, ellos cantan y ya. Ni le paro bola, porque cuando mi hija se da cuenta que le están prestando mucha atención, se bloquea. Cuando nota que la estoy mirando por el retrovisor, deja de cantar. Pero siempre me dan unas sorpresas increíbles. Hace poco me tocó explicarle durante media hora algo a un adulto y mi hijo de seis años cantó esa métrica feliz y con las manos arriba, sin ningún problema. Sé hasta donde eso puede llegar, obviamente dependiendo de lo que ellos quieran hacer. La música es una vocación que si estás para eso, nadie te puede sacar de allí, pero tampoco es un relajo ni una vida muy fácil. Prefiero que sea una cuestión totalmente cotidiana. Allá hay una guitarra en la sala, un piano en la cocina, unas maracas, hay cosas tiradas por todos lados, como el que vive en el campo rodeado de gallinas.
¿Así era contigo de niño?
Lilo Sánchez y sus hijos, cuarentena entre música y clases de primaria
Mis tíos tocaban guitarra, mi abuela tenía una. La familia de mi mamá es de gente muy folclórica. Son del campo de Pesé, en Herrera. Era una familia que venía de una tradición de tocar música en el portal de la casa, en Semana Santa, todos aplaudiendo. La familia de mi papá, no es muy musical, pero sí muy bailadora y de fiesta. Mi papá era el alma de la fiesta, tenía sus discos de salsa, de rock. Crecí con música por todos lado.
En tu biografía de Instagram te describes como un papá y esposo ejemplar 24/7
Nadie es perfecto y trato de aprender de mis errores. Lo que esa frase quiere decir es que estoy dispuesto a todo. Eso es lo que soy, más nada. Que sí, yo toco en un grupo y canto, pero no hay ningún tipo de personaje místico ni misterioso detrás. Es para aclarar eso y mi disposición a mi trabajo.
Perfil: Rodrigo Colón Sánchez, conocido como Lilo, es la voz y guitarra de la agrupación panameña de rock alternativo Señor Loop. Casado y padre de dos hijos, creció en ciudad de Panamá y estudio arquitectura. La Leña que Prende Madera está disponible en todas las plataformas digitales.