La doctora Lorena Coronado recibió el Premio Nacional L’Oréal-Unesco “Por las Mujeres en la Ciencia” de 2018, por su proyecto “Diseño y prueba de aplicadores in vitro para el uso de energía electromagnética contra el parásito de la malaria”. Coronado, que estudió biotecnología, comenzó su carrera profesional de la mano de este estudio y ahora se encuentra en el desarrollo de una investigación posdoctoral.

El objetivo de la doctora es diseñar un dispositivo no invasivo que utilice la energía electromagnética para combatir los parásitos protozoarios, como el causante de la malaria, y tratar esta enfermedad. Luego de recibir su reconocimiento, hablamos con la doctora sobre su experiencia.

 

¿Cuándo empezaste a interesarte en la ciencia?

Siempre supe que me gustaban las ciencias. Desde que era niña en mi casa buscaba cómo hacer experimentos científicos. En el colegio siempre estuve en el Club de Química y de Ciencias. Era la secretaria. Tenía bien claro que quería una carrera científica.

Primero pensé en estudiar medicina, pero luego conocí la biotecnología y vi que era multidisciplinaria. Entonces, decidí irme por ahí y sabía que después podía especializarme en cualquier área que quisiera. Hice mi licenciatura en Biotecnología en Argentina. Cuando regresé, empecé a trabajar en Indicasat Aip como técnico, y ahí se me dio la oportunidad de realizar mis estudios de doctorado. Estuve cinco años estudiando mi doctorado en Biotecnología, de la mano de este proyecto que presenté. Ahora me encuentro como investigadora posdoctoral.

 

¿Cómo surgió el proyecto?

Este viene originalmente desde 2009. Obtuvo un primer financiamiento de la fundación Bill & Melinda Gates en Estados Unidos. Eso fue súper importante. Como dimos buenos resultados en la primera fase, se nos otorgó financiamiento para la segunda, por parte de la misma fundación. Estuvimos trabajando un buen par de años hasta que se acabó el financiamiento y aplicamos a Senacyt, que son los que nos han financiado en distintas ramas y en distintos subproyectos hasta ahora.

Todos estos años nos hemos mantenido activos con el estudio y hemos derivado otros a partir de él, que trataba sobre las microondas con la malaria. Ahora hemos separado mecanismos de acción, la afectación térmica al parásito y el proyecto que postulé aquí, que es más el prototipo de aplicador de energía electromagnética. Estamos estudiando distintos aspectos en distintos proyectos, pero todos están relacionados con el tema central, que es el efecto de las microondas en el parásito de la malaria.

 

Estudiaste biotecnología, pero has tenido que aprender sobre ingeniería para este estudio. ¿Cómo ha sido la experiencia?

Ha sido difícil aprender, pero nuestros colaboradores han sido lo máximo. Los distintos físicos e ingenieros con los que hemos trabajado han tenido la paciencia para enseñarnos lo básico. Comenzamos sin saber nada y ahora somos capaces de enseñarle a los estudiantes de ingeniería cómo usar un programa de simulación computacional. Siento que es impresionante.

A ellos también les ha tocado aprender biología. Uno sale de su zona de confort, pero creo que cuando uno se mete en el mundo de la ciencia tienes pasión por aprender, ya sea de tu área o de otra. Ha sido súper enriquecedor.

El activo más grande que tenemos de esto ha sido nuestro grupo multidisciplinario, donde hay físicos, ingenieros, biólogos, biotecnólogos y todos sabemos de todo.

 

¿Qué significa para ti haber ganado este premio?

Para mí es una súper experiencia y me siento muy honrada. Estoy comenzando mi carrera como investigadora independiente, como doctora, y para mí significa mucho. Espero que sea el primer paso de muchos y me abra puertas.

También quiero instaurar un nuevo departamento de física médica en el instituto en donde trabajo, entonces esto va a ser un punto muy importante para mí para lograr ese objetivo.

 

¿Cómo ha sido para ti la ayuda que has recibido de Senacyt para tu formación profesional?

Ha sido determinante. Mis estudios de licenciatura, que hice en Argentina, no fueron con beca, pero fueron con un préstamo del Ifarhu. Mis papás son profesionales los dos, pero no podían pagar esos estudios. Para eso se necesita un ingreso mucho mayor a 3 mil 500 o 4 mil dólares, como se plantea, y esto a nivel de licenciatura.

Mis estudios de doctorado fueron con una beca de la Senacyt-Ifarhu. A ellos les debo mi formación profesional.

Lorena Coronado, la doctora panameña que combate la malaria

Lorena Coronado, la doctora panameña que combate la malaria

Perfil:

Lorena Coronado es doctora en Biotecnología y actualmente se encuentra haciendo sus estudios posdoctorales. Ganó el premio de L’Oreal-Unesco gracias a su proyecto “Diseño y prueba de aplicadores in vitro para el uso de energía electromagnética contra el parásito de la malaria”. La doctora Coronado trabaja junto a Indicasat en el desarrollo de este estudio.