En su oficina, donde se realizó esta entrevista, hay una puerta que va a su academia de taekwondo y otra que dirige a su firma de contabilidad.

Luisa Espósito de Peralta es contadora pública autorizada y tiene una maestría en Administración de Empresas. Siendo ya magíster, a los 29 años, comenzó a practicar taekwondo. Eso fue mucho antes de tener a sus trillizos que cumplirán 22 años. Embarazada de ellos ya tenía su academia y seguía entrenando. “Me ponía mi cinturón negro, una sola vuelta, con mi barriga, y daba las clases sentada”, relató.

Luisa es kwanjangnim o gran maestra séptimo dan. En agosto de este año se convirtió en la primera mujer panameña en ingresar al Taekwondo Hall of Fame, el salón de la fama ubicado en Nueva York, Estados Unidos.

Luisa Espósito, primera mujer panameña en el Salón de la Fama de Taekwondo

Luisa Espósito, primera mujer panameña en el Salón de la Fama de Taekwondo

En los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007, con mujeres árbitros de México, Canadá y Colombia.

La primera árbitro

Empezó a practicar esta disciplina por una amiga que conoció mientras practicaba buceo. “Fui un día, me gustó, y desde ese día jamás he dejado de hacer taekwondo”.

El deporte siempre ha estado en su vida. Nada desde los cinco años. Después fue clavadista. Iba a los Juegos Centroamericanos en Cuba “pero yo tenía 11 años, y mi papá dijo: ‘no, no, estás muy chiquita’”. En secundaria jugó voleibol y fue capitana de equipo. En la universidad siguió haciendo ejercicio. En la maestría, que cursó en el extranjero, hacía remo y jugaba frontenis. Es fundadora del Instituto Panameño de Taekwondo (1998), la academia que actualmente dirige.

Con cinturón negro segundo dan, siendo mujer, se convirtió en árbitro internacional de combate en 2003. Al año siguiente tuvo su primera competencia internacional, como árbitro, en un mundial juvenil de taekwondo en Corea. Desde entonces ha arbitrado varias veces en ese país. Luisa fue la primera mujer en convertirse en árbitro internacional femenino de taekwondo en Panamá.

Luisa Espósito, primera mujer panameña en el Salón de la Fama de Taekwondo

Como árbitro en un campeonato centroamericano en El Salvador, 2004.

Una carrera

Ser una mujer árbitro en una disciplina dominada por hombres no significó un reto. “Yo hacía mi parte, nunca como competencia, yo hacía lo mío, quería seguir en el taekwondo. Es una carrera, porque tienes que hacer todos los exámenes de colores, llegar a [cinturón] negro, después hacer todos los exámenes [de cinturón negro]. Tuve que esperar seis años para ser séptimo dan”, contó.

Para lograr ese título tuvo que hacer la prueba de forma virtual en pandemia ante el Kukkiwon, el centro mundial de taekwondo como arte marcial; y hacer una tesis de 10 páginas mínimo, la hizo sobre la enseñanza de la disciplina en los niños.

De nuestro país es la primera mujer en ingresar al Salón de la Fama de Taekwondo, pero la segunda persona en lograrlo; el primero fue el gran maestro noveno dan, Varo Barragán, en 2017. A él se refiere como el pionero del taekwondo en el istmo.

Luisa mencionó a las mujeres en Panamá que actualmente son árbitros internacionales y que han venido después de ella: Alexandra Pérez y Susana Boyd (quien fue árbitro en las últimas olimpiadas en Tokio).

Luisa Espósito, primera mujer panameña en el Salón de la Fama de Taekwondo

Corprensa/Pastor Morales/15/septiembre/2922/ Luisa Esposito de Peralta, Primera Mujer en ingresar al Salón de la fama del Taekwondo.

Un deporte y un arte marcial

Señaló que el taekwondo es un arte marcial primero que un deporte. “¿Cuál es la diferencia?”, le pregunté. Me comentó que casualmente esa pregunta se le hace en el examen teórico a sus alumnos para pasar a cinturón negro.

“En el deporte tienes reglas, en el arte marcial no. En el arte marcial tienes un maestro que te enseña, en el deporte tienes un coach. El deporte es por tiempo limitado, el arte marcial te dura toda la vida. El deporte inició en 1973, mientras que el arte marcial tiene miles de años”, respondió con detalle.

Como deporte, el taekwondo se puede competir hasta cierta edad. “Muchos de los competidores, luego de terminar su etapa de competencia, quedan como maestros enseñando el arte marcial”.

Para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Luisa formó parte de la delegación panameña que acompañó a Carolena Carstens, quien entonces tenía 16 años.


¿Qué no ha hecho?

Luisa fue profesora universitaria. Es maestra cuarto dan de espada coreana y cuarto dan en hapkido. Antes daba clases en su instituto de taekwondo, ahora no tanto. “Trabajo hasta las 10 de la noche, me acuesto a las 12″, me dijo.

También es divemaster de buceo. “¿Hay alguna disciplina que no haya hecho?”, le consulté. Me repitió que le gusta mucho el deporte y luego me confesó: “hice curso de paracaidismo, pero nunca me tiré”.