Las hijas (Sister & Sister) es el debut como directora de Kattia G. Zuñiga, nacida y criada en Costa Rica, de padre panameño. Kattia también escribió esta cinta que se filmó en distintas locaciones de ciudad de Panamá, en plena pandemia.
Las hijas tuvo su estreno mundial a principios de este año en el festival de cine South By Southwest (SXSW), en Texas, y obtuvo la Biznaga de Oro a la Mejor Película Iberoamericana en la edición 26 del Festival de Cine Málaga, España.
La película panameña se estrenará este martes 29 de agosto en nuestro país. Revista Ellas conversó con su directora, quien dio detalles de la producción de este filme que refleja los viajes que hacía de adolescente con su hermana de Costa Rica a Panamá para ver a su papá. Kattia estará en Panamá para el estreno de la cinta junto a sus protagonistas, las actrices Ariana Chaves Gavilán y Cala Rossel Campos.
¿Cuándo decidiste llevar a la pantalla una anécdota tan personal como esta?
Hace 10 años le conté a Alejo Crisóstomo (uno de los productores de Las Hijas) ese viaje que hice con mi hermana cuando éramos adolescentes y juntos pensamos que podía ser un buen punto de partida para una película.
Ese día me senté a escribir un tratamiento. Al día siguiente postulamos a un taller de desarrollo de proyectos, nos aceptaron y así empezó a crecer y madurar el proyecto.
Ingenuamente no pensé en el trabajo emocional que implicaba revisitar el pasado tantas veces o las consecuencias de ese trabajo, pero me alegro de haberlo hecho.
Las hijas es tu debut como directora. La película te ha tomado nueve años de trabajo, ¿puedes hablarnos de ese recorrido?
Sí, tardamos muchísimo encontrando financiamiento para hacer la película. En 2019 nos ganamos el Fondo de Cine de Panamá que nos permitía filmar en 2020, pero llegó la pandemia, así que tuvimos que posponer todo un año más.
Fue un proceso de mucha paciencia y de mucho crecimiento. La película no hubiera sido la misma si la hubiéramos filmado antes. En 10 años pasan muchas cosas, uno cambia como persona, los gustos cambian, lo que nos parece súper importante en un momento quizás luego ya no lo es tanto. El guion cambió varias veces, los personajes, pero sobre todo el enfoque.
No me parece mal haber pasado por todo eso, pero la verdad espero no tener que esperar tanto para filmar mi segunda película.
Kattia Zúñiga es licenciada en terapia física y bailarina egresada del programa Danza Abierta de la Universidad de Costa Rica. Actúo en varias películas y empezó a colaborar en otros departamentos (arte, sonido, producción). "Así me fui metiendo y aprendiendo cómo hacer cine". Foto cortesía Esteban Chinchilla
¿Cómo fue la filmación en Panamá? ¿Cuándo se filmó? ¿Qué áreas o lugares se usaron?
La filmación fue en mayo 2021, durante la pandemia, cuando todavía no había vacunas, todos teníamos que andar con mascarilla y había toque de queda. Eso que suena súper complicado, jugó finalmente a nuestro favor porque había una energía muy especial en el set.
Creo que todo el crew estaba contento de reactivarse después de mucho tiempo de no filmar y, aparte, como metimos a todo el elenco en un hotel para hacer una burbuja, se hicieron todos muy amigos y favoreció el vínculo entre los actores.
Filmamos en distintos lugares de la ciudad que a mí me encantan y resultan ser muy fotográficos. Las chicas llegan a Albrook, se hospedan en Diablo y “parkean” con sus amigos en varios lugares, entre ellos la cinta costera, una piscina, etc. También hicimos algunas tomas en la frontera con Costa Rica.
La directora Kattia Zúñiga junto a las protagonistas, las actrices Ariana Chaves Gavilán y Cala Rossel Campos. Foto cortesía Emir Ledebev.
La directora Kattia Zúñiga durante la filmación realizada en plena pandemia. Foto cortesía Emir Ledebev.
Una película protagonizada por dos jovencitas, escrita y dirigida por una mujer, ¿qué implica lograr esto en el campo cinematográfico? ¿Qué implica lograrlo en el campo cinematográfico latino y centro americano?
En la región hay varias mujeres haciendo cine y me parece lo más natural que cada vez hayan más.
Tenemos la ventaja en Centroamérica de que, como la industria del cine aún es joven, no hay fórmulas que seguir o tantos patrones instaurados que romper como, por ejemplo, en México, Argentina o Chile, donde claramente los hombres son los que han tenido más oportunidades de explorar el medio audiovisual y se han creado prejuicios sobre lo que puede o no hacer una mujer en cine. Siento que en esos países las mujeres tienen que superar más obstáculos para finalmente dirigir.
Ahora, eso no significa que aquí sea fácil, ¡para nada!. Las mujeres en cargos de poder siguen siendo rarezas, las exigencias y expectativas de los demás son altas y cuestionan muchas de nuestras decisiones en el camino.
En el caso específico de Las hijas, tuve gran apoyo por parte de todo el equipo, independientemente de su género, pero eso no fue casualidad; la producción hizo un esfuerzo consciente de juntar personas sensibles y que se pudieran comunicar de forma respetuosa. Eso suena muy obvio y básico, pero no siempre es así.
Y bueno, por supuesto, que yo he tenido suerte porque no soy la primera mujer panameña o costarricense en dirigir y desde que empecé a colaborar en proyectos audiovisuales he podido trabajar y aprender de mujeres que admiro. Eso de fijo ayuda a sentirse segura y acompañada.
La película ya se ha estrenado en festivales internacionales donde ha recibido reconocimiento, ¿qué esperan de su estreno en Panamá? ¿Se estrenará simultáneamente en Costa Rica u otros países de la región?
Muero de ganas de estrenar Las hijas en Panamá, primero que todo, porque por primera vez la verán muchas personas del equipo en pantalla grande y compartir con ellas el producto final me hace mucha ilusión.
También es lindo cuando uno va al cine y reconoce lugares que forman parte de nuestra vida. En Las hijas, a mí me interesaba retratar un espacio atractivo y estimulante para los personajes, un lugar donde les dieran ganas de estar y pasarla bien.
Cuando hemos mostrado la película en otras partes del mundo, la gente sale de la sala con ganas de visitar ese espacio; en ese sentido, me da mucha curiosidad saber cómo va a reaccionar el público panameño.
La película se va a estrenar en Costa Rica en octubre en el Costa Rica Festival Internacional de Cine (CRFIC).
La cinta se estrenará el 29 de agosto en Panamá.
Eres licenciada en terapia física y bailarina egresada del programa Danza Abierta de la Universidad de Costa Rica. ¿Cómo llegaste al cine?
Cuando salí del colegio no sabía que se podía estudiar cine. Siempre fui muy cinéfila pero pensaba que las películas solo se hacían en otras partes del mundo.
Mi problema (y a la vez ventaja) es que siempre me han gustado muchas cosas. Amo la danza, pero sabía que nunca iba a ser tan buena bailarina como mis compañeros así que decidí estudiar otras cosas también. Empecé estudiando un semestre Biología, luego otro semestre Psicología y terminé en Terapia Física. Trabajé bastantes años como terapeuta y quizás en ese tiempo aprendí a ser una persona más empática y a estar presente, así que me alegra haber pasado por ahí.
En 2010, más o menos, empecé a colaborar en proyectos audiovisuales como bailarina, luego participé como actriz en una película y quise seguir actuando, pero como hay tan poquitas oportunidades y yo tenía tantas ganas de ser parte de los proyectos, empecé a colaborar en otros departamentos (arte, sonido, producción). Así me fui metiendo y aprendiendo cómo hacer cine.
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