Es su rostro el que refleja más su transformación. Se ve más delgada, pero con la misma sonrisa. El cambio físico de Natalie Harris no solo se debe a su pérdida de peso, sino también a su cabello. Su característico afro fue reemplazado por una melena lacia y larga.
La presentadora de televisión y actriz ha rebajado 60 libras en cuatro meses, después de un bypass gástrico al que se sometió en septiembre del año pasado. Su meta es perder 130 libras para llegar a su peso ideal de 140.
“Después de la operación me di cuenta de que al comer lo hacía demasiado rápido. Con esta operación estás obligado a masticar bien los alimentos y llevar una dieta muy nutritiva“. Detalla que ahora su estómago es “del tamaño de un huevo”, por lo que debe asegurarse de consumir alimentos con alto contenido nutricional.
“Bajas de peso tan rápido que es muy necesario fortalecer los músculos para evitar la flacidez”, expresa.
Natalie Harris y sus 60 libras menos
Natalie rompió los estereotipos de la televisión al convertirse hace casi dos años en una de las presentadoras del programa Tu Mañana, de Medcom.
Comenta que a algunos de sus seguidores les ha gustado su cambio. A otros les ha sorprendido. “Algunas personas dicen que con una operación ‘cualquiera rebaja’, que ‘no hay mujer fea, sino mujer sin plata’. Sin embargo, esta operación no se mantiene sola“. Aclara que si el estilo de vida y la alimentación de la persona no cambian, la operación nunca cumplirá su función. “La persona bajará unas cuantas libras, pero no todo lo que podría bajar, o hasta pudiera recuperar el peso perdido. No es un cambio de estómago, es un cambio de estilo de vida“.
Hace 20 años la artista acudió a tres cirujanos buscando hacerse una cirugía bariátrica. En ese entonces su situación económica no era la más óptima para asumir un deuda de ese tipo. Ahora, con casi 40 años y tras un diagnóstico de lupus, decidió hacérsela. “No ha sido una decisión tomada a la ligera como muchos podrían especular (porque ahora trabajo en el ojo público). Yo he tenido sobrepeso desde niña“.
En las primeras semanas después de la operación, la dieta de Natalie era totalmente líquida. “Ya a la tercera semana empieza a cansar… extrañas masticar”. Señala que los gases son bastante molestos y causan muchos retortijones, pero con el tiempo van mejorando. Después de un par de meses comenzó a comer “comida normal”. El pan, el arroz y las pastas no están en su dieta, ya que cualquier cosa que se convierta en una masa le es difícil procesarla y prefiere evitarlas, “así que los carbohidratos disminuyen considerablemente con el nuevo estómago”.
Muchas mujeres le han pedido consejos sobre la operación o sobre su dieta. Natalie recalca que el cambio es de adentro para afuera. “Al final del día no es el tema de verse ‘bonito’, porque un libro puede tener una portada bellísima, pero de nada sirve si no es bueno el contenido”.