Erika Ender terminó de grabar las versiones en inglés de algunas de las canciones de su nuevo disco en su casa. Back to the basics, uno de esos temas, lo grabó en pijama, sin maquillaje, descalza, como quien regresa a lo esencial.
El anuncio de cuarentena como medida de prevención ante el Covid-19 en el estado de Florida, donde reside, llegó para interrumpir el curso de los planes. Cuenta que ha notado que en países como Panamá y Puerto Rico los gobiernos has tomado medidas más rigurosas respecto a la prevención. “Aquí se le ha pedido a todos que sigan las normas, pero no siento que ha sido tan radical y creo que es algo más de conciencia individual. Trump demoró mucho en dar recomendaciones. Ahora somos el país con más casos”.
Solo dos días después de iniciar la grabación de esos temas en el estudio, el gobierno mandaba a cerrar todo.
“Me tocó grabar las versiones en inglés en mi casa, saqué todo de mi oficina y armé un estudio improvisado”, cuenta la compositora, cantante y filántropa panameña desde Miami.
Su nueva canción Cosas que echo de menos, y Back to the basics, su versión en inglés, llegan en momentos en que extrañamos la vida antes de la pandemia y en los que el valor de un abrazo se reafirma incalculable.
Lo escribió el año pasado junto al dúo SanLuis, pero decidió que este era el momento preciso para lanzarlo. El video del tema fue una de las canciones con la que abrió el concierto Panamá Solidario.
“Este tema nació de la sensibilidad, de observar. Veía con tristeza cómo los seres humanos invertimos los valores. Al estar tan cerca de jóvenes, mediante mi fundación y proyectos como TalenPro, me doy cuenta que hay mucho hogar roto. Vivimos en el consumismo, los padres pasan menos tiempo de calidad en casa”.
Al escribirlo, decidió que este tema sería para ella. “Tenía que cantarlo yo porque era mi sentir. No sería muy fácil que otro artista lo hiciera porque además no están en esa onda. Están por hacer bailar a la gente y no tanto para hacerlas reflexionar”.
Cosas que echo de menos cuestiona la superficialidad con la que se llevan algunas relaciones, algunos amores de pantalla. “Estamos en una sociedad de menos valores, de cuántos likes tengo, cómo me veo, cómo consigo las cosas que quiero sin importar a quien piso en el camino”.
Las distintas Erika
Erika Ender y Cosas que echo de menos, la canción que solo ella cantaría
Por la naturaleza de su carrera, viaja permanentemente. Cuenta que puede tomar hasta cinco aviones a la semana y que usualmente no duerme más de 15 días seguidos en el mismo sitio. Reside entre Miami, Los Ángeles y Panamá.
Desde esa perspectiva, el confinamiento sí es un cambio radical, sin embargo, no lo ve como un problema. “Es como una dualidad. Soy de las que se encierra cuando llega a casa. Al pasar la mayor parte del tiempo afuera los espacios míos son solo míos”.
A diario, con o sin cuarentena, medita dos veces al día. “Media hora en la mañana, media hora en la noche. Es como ponerme en cero”. También entrena, ahora lo hace online. “Resuelvo con las botellas que tenga en la cocina [para levantar peso]”.
Describe que su día laboral inicia dependiendo de la Erika que tenga que desarrollar ese día. “Soy un poco como mi pelo, un poco como un pulpo“, dice entre risas. “Está la Erika que escribe para otros, la que canta, la empresaria, la productora, la filántropa. Mi equipo y yo tratamos de organizarlas a todas.”
Ahora conduce Erikonversa, un espacio en su cuenta de Instagram donde tres veces por semana realiza transmisiones en vivo donde conversa con invitados especiales sobre retos en el camino artístico y cómo lograr objetivos. “No es un espacio de farándula, sino para inspirar”.
Despacito, la cereza del pastel
Erika Ender y Cosas que echo de menos, la canción que solo ella cantaría
Por la canción Despacito, que co escribió, la panameña es la única latina en la historia en ocupar y sostener la posición #1 en el listado de Billboard Hot 100 con un tema en español en 59 años de existencia de la revista. Cuenta, también, con siete certificados de Guinness World Records por este tema.
Ender fue la primera latina nominada al Grammy en la categoría Song of the Year en 60 años de existencia de la premiación. Es la persona más joven que ha ingresado al Salón de la Fama de los Compositores Latinos.
Canaliza ese éxito con las enseñanzas que recibió en casa. “Somos un instrumento para usar nuestros talentos para el bien, así me criaron. Despacito o no Despacito, siempre me dijeron ‘no te la creas, el día de mañana puedes amanecer sin voz o podría pasar algo en tu cerebro que no te permita escribir más”.
Erika Ender y Cosas que echo de menos, la canción que solo ella cantaría
Como la única mujer involucrada en la creación del tema, piensa que la canción fue un vehículo para demostrar a más mujeres de lo que se puede lograr con trabajo “para que estemos más en igualdad, pero sin atacar al hombre. Al contrario, yo todo el tiempo le agradezco a ellos porque el 80% de mi carrera se ha basado en hombres que han creído en mí y en mis canciones”, asegura. “Si bien me ha tocado poner en su lugar a algunos desubicados en el camino, también hay mucha gente decente y muchos caballero que respetan el resultado”.
“Despacito permitió que el idioma (español) se escuchara en el mundo entero. El año pasado estuve en Australia y cuando enciendes la radio, escuchas a Rosalía. Fui a medio oriente y escuchaban a Maluma. Estuve en China y ubican perfectamente la canción. El idioma dejó de ser una barrera. Muchos artistas fueron precursores de la música latina y pavimentaron todo un camino donde Despacito fue la cereza del pastel y rompió ese último ladrillo”.