Las clases impartidas en aulas virtuales deben contar con seguridad digital para protección de la privacidad, identidad y datos personales de los estudiantes. Sus nombre, la escuela a la que asisten, cuál es su salón de clases, quienes son sus profesores, direcciones de correo, entre otros, son datos que hay que cuidar.
Mónica Villalaz, de la fundación Vida Segura que promueve el uso seguro, positivo y responsable de la tecnología, indica que la identidad del niño o niña se vulnera si personas externas acceden a las plataformas de clases en línea.
La experta proporciona recomendaciones para un regreso a clases en un espacio virtual seguro.
Plataformas confiables
El centro educativo debe usar plataformas seguras que no permitan el ingreso de personas ajenas a las clases. En este tipo de ataques, un individuo puede entrar en la base de datos de las plataformas, acceder al correo y a la información personal de los estudiantes como sus contraseñas, que usualmente es la misma que usan para sus redes sociales, otros e-mail, cuentas de videojuegos.
Aunque las escuelas usa servicios como Microsoft Teams, Zoom o Whatsapp para las clases, el escenario más seguro es que el centro educativo pueda contar con una plataforma virtual propia, como usan algunas universidades locales.
Los colegios deben informar a los acudientes los métodos o configuraciones de seguridad de las plataformas de cara a algún ataque externo o interno que puede ser por parte de estudiantes, que a modo de broma ingresan a otras aulas virtuales a compartir material ofensivo. La escuela debe tener sus normas disciplinaria en el aula virtual.
Contraseñas robustas, sin nombres ni fechas
Una contraseña segura debe tener letras entre mayúsculas y minúsculas, números y signos. Evita usar tu nombre, el de tu mascota o seres queridos, y fechas. Los delincuentes siguen los pasos que una persona realiza en sus redes sociales, donde suele dar a conocer los nombres de sus seres cercanos o las fechas especiales. Aléjate de lo habitual al crear una clave, como colocar palabra ‘contraseña’ ni los números ‘12345’. Puedes cambiarla al menos cada tres meses. Configura alarmas de periodicidad en tu celular o e-mail.
No debemos pensar que nadie nos puede atacar digitalmente. Nuestra información personal es un tesoro que debemos cuidar y más en redes sociales, donde la privacidad se debilita.
Clases grabadas
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Para que los docentes graben las clases virtuales, la escuela debe solicitar una autorización previa al acudiente para que su hijo o hija pueda ser grabado. Se debe preservar la identidad de los menores, más cuando se muestran con sus uniformes e insignias. Algunos colegios graban para que el estudiante pueda repetir las lecciones.
Si algún acudiente no aprueba la grabación, su niño o niña puede apagar la cámara antes de grabar. La escuela debe ser transparente e informar a los padres sobre sus inversiones y protocolos en temas de seguridad.
E-mails de dudosa procedencia
Personas malintencionadas pueden enviar correos electrónicos falsos para hacer pishing, que se refiere a técnicas de engaño donde el delincuente se hace pasar por una persona, empresa o servicio de confianza para manipular y estafar. Los correos institucionales, que usan los estudiantes para sus clases, no están exentos a este tipo de ataques. Estos correos electrónicos falsos pueden decir que provienen de la escuela o de empresas de videojuegos. Usualmente dicen que para confirmar el inicio de sesión en la cuenta debe responder a ese e-mail con la contraseña, nombre de usuario, número de tarjeta de crédito, enlaces y demás. Se debe inculcar en ellos el pensamiento crítico que les permita identificar cuándo un correo es extraño. Indicarles que nadie debe pedirle a través de un email que envíen sus datos personales.
La foto del primer día de clases
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Si se va a publicar una fotografía hay que proteger los datos e identidad de los menores. No se debe mostrar en la foto la insignia del suéter de la escuela. Este puede pixelar o difuminar en la foto. Es recomendable que la fotografía se comparta en blanco y negro o con un filtro que altere los colores del uniforme. Evita colocar la geolocalización del área donde vives o del colegio al hacer la publicación. Procura que tus redes sean privadas si vas a colocar las fotos de tus hijos; Instagram y Facebook permiten editar quienes pueden ver lo que publicas. Otra opción es crear un álbum digital de fotos que genere un link que puedas compartir solo con quienes des acceso .