¡Qué inquieta que es Felicia! –decía Florencia, su madre– porque donde sonaba un tambor, estaba la niña cantando y marcando el ritmo, cosa que a menudo pasaba en su pueblo natal, Portobelo, en las orillas del océano Atlántico en la provincia de Colón. Allí creció la niña Santizo, entre la tradición congo y los rituales del Cristo Negro de Portobelo, haciéndose experta en los juegos de los ángeles, los diablitos, pajarito y la Reina Congo.
Pero su padre, José de Jesús, previendo que no bastaba con su inteligencia natural para anotar los detalles de su cultura y conocer la historia de sus antepasados cimarrones, la mandó a estudiar para ser maestra de escuela. Así que – ya más grande – Felicia Santizo decidió que como educadora quería mejorar la vida de la juventud colonense, ayudando a crear comedores escolares y a educar a las familias de sus estudiantes.
Como seguía siendo muy curiosa, Felicia viajó a estudiar música a los Estados Unidos. Su instrumento favorito era el piano y cuando aprendió a tocarlo se hizo maestra de música y compositora. Fue entonces que se le ocurrió una gran idea: inventó un sistema para que la gente aprendiera a leer y a escribir con música. ¡El sonido, qué gran idea!, era cuestión de asociar las notas musicales con los sonidos de las letras del alfabeto. “El método natural para la lectura-escritura”, así lo llamó y pasó mucho tiempo escribiendo y mejorando su fórmula.
Su libro serviría para niños y niñas también para las personas adultas que no habían aprendido a leer. Ahora toda la gente de su pueblo podía aprender, hasta los más viejitos y las mamás de sus estudiantes, porque ¿a quién no le gustaba la música y quién no sabía bailar y cantar? Ese libro fue tan famoso, que lo usaron en los Estados Unidos y hasta se ganó un premio internacional para maestros de todo el continente.
Pero aunque ya era una señora, Felicia todavía no se quedaba tranquila, ¡también fue candidata a la vicepresidencia de Panamá! Bueno, su partido no ganó las elecciones, pero ella se dio cuenta de que esas cosas pasaban porque la gente no conocía el valor de las culturas afro-panameñas, ni creían que las mujeres podían ser presidentes. Entonces, empezó a investigar para escribir un libro que explicara quiénes eran los congos y cuál era su importancia para Panamá.
Ella sabía que si la gente entendía el valor de su historia no rechazaría sus raíces ni a las personas de su pueblo. Después de escribir ese libro, la invitaron a muchísimos países para hablar de lo que había descubierto y también para enseñar a enseñar con canciones y ritmos.
La inquieta Felicia se hizo una leyenda. Había demostrado el valor de sus ancestros, de su querido pueblo, Portobelo, y que el ritmo era una herramienta para aprender a leer y a escribir. Desde entonces, sus estudiantes en todo el mundo continuaron enseñando a leer a miles de personas con ayuda de la música.
Quién fue Felicia Santizo
Nació en Portobelo en 1893. Fue hija de Florencia Henríquez y de José de Jesús Santizo. Estudió en la Escuela Normal de Institutoras hasta 1914 y fundó los primeros comedores escolares y Clubs de Padres de Familia de Panamá. También ayudó a crear bancos de ropa, bibliotecas escolares y una escuela para menores desajustados sociales y emocionales en Colón.
Estudió música en el Conservatorio de Boston, perfeccionó sus estudios en Europa y se convirtió en maestra de música. Perteneció al grupo de teatro musical Anáhuac y compuso varias piezas musicales, tanto en Estados Unidos como en Panamá.
Fue autora de los libros El método natural de lectura-escritura por combinaciones (1938), Método natural de lectura y escritura: guía metodológica, boletín de ejercicios prácticos (1944), De la lecto-escritura y los métodos de enseñanza (1956) y Los congos negros (1960). Falleció en La Habana, Cuba, en 1965, donde residió sus últimos años, y su cuerpo fue sepultado en Colón.
Cuento del libro Pelaítas de Ciencia. 9 Historias de Nuestras Pioneras (2023). Esta obra forma parte del proyecto “Pioneras de la ciencia: porque fueron, somos; porque somos, serán”, desarrollado por CIEPS - AIP y financiado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Descargue aquí el libro completo y materiales adicionales
Ilustraciones de Phoenix Design Aid A/S - Isabella Peña y Sebastián Correal.